Practicar masculinidades positivas, otro camino hacia una sociedad más justa
Puebla, Pue.- La equidad de género, elemento clave de una sociedad justa, no solo se logra a través de las acciones de las mujeres, que con frecuencia denuncian y combaten las desigualdades en su contra; además, se requiere de la participación de los hombres practicando masculinidades positivas.
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Las masculinidades (positivas) son fundamentales para avanzar en la construcción de una nueva sociedad, equitativa, igualitaria y sin violencias; esto no se puede considerar una utopía y seguir en la resignación de que nada va a cambiar o que solo las mujeres tienen la misión de erradicar el machismo, es hora de reconocer que las estructuras patriarcales nos afectan a todos y todas”, señala en una columna la especialista en género, Fabrina Acosta Contreras.
Es por eso que en 2020 en Puebla se reformó la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para incluir la instalación de centros de reeducación masculina para agresores que fomenten la prevención y erradicación de la violencia de género a través de prácticas más sanas. Sin embargo, pese a estar plasmado en la ley, la implementación y funcionamiento de estos centros es aún una incógnita.
Y sí, la masculinidad tradicional, la asociada con el machismo, afecta a todos y todas. Del lado de las mujeres basta con citar los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (sesnsp), que indican que en México ocurren alrededor de 11 feminicidios por día. Pero eso solo es el grado máximo del resto de las violencias sistematizadas contra las mujeres en otros ámbitos.
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Por otro lado, el psicólogo Ronald F. Levant considera en un artículo de la Asociación Americana de Psicología que la masculinidad tradicional, la que plantea que los hombres deben ser autosuficientes, estoicos, fuertes, confiables, valientes, líderes y muy trabajadores, además de evitar conductas estereotipadas como femeninas, como la expresión de las emociones (miedo, tristeza), la empatía y el cuidado (ternura y afecto), es psicológicamente dañina.
Levant explica que la acumulación de emociones que se niegan son como una olla a presión que suele explotar a través la violencia, la agresividad y/o la depresión “La adherencia a las normas ‘masculinas’ hace que demasiados hombres caigan en el abuso de sustancias (alcohol, drogas) o tengan dificultades para superar traumas”.
Las masculinidades positivas, según explica el Doctor en Ciencias Sociales, Juan Carlos Ramírez Rodríguez, tienen que ver con las respuestas que tienen los hombres al preguntarse cómo se construye, qué implica la masculinidad y cuáles son las nuevas formas que encuentran para relacionarse con las mujeres y con otros hombres.
Al reflexionar sobre los cuidados y responsabilidades emocionales, psicológicos y físicos, se puede generar un ambiente de bienestar para ellos y para quienes los rodean. En el estado, grupos como Hombres Trabajándose Puebla son una opción para conocer y realizar estas prácticas.
Con información de Julio Sandoval.