Ojalá alcancemos a vacunarnos

18 febrero, 2021 1:25 pm

¡Qué bueno que por fin comenzó la vacunación en México!

El tema se ha mantenido en todos los espacios de noticias, periódicos y redes sociales. El tema se ha vuelto inagotable por todas las experiencias que han ido saliendo conforme se generaliza el hecho.

Bien porque ya comenzó.

Bien porque de inmediato se comenzó a inmunizar a miles de personas mayores.

Bien porque no tiene costo para quien la recibe.

Pero, el proceso sobre la marcha ha dejado dudas, incertidumbre y hasta miedo.

Así como hay quien cruza los dedos en espera a que le toque recibirla, no faltan las personas que todo lo reclaman, lo cuestionan y enjuician.

Sobre la marcha el programa para aplicar la dosis se ha ido depurando, sobre todo después de acumular protestas porque se exigía el IFE para anotar los datos del vacunado, y porque se fotografiaba con un celular a la persona que recibía la dosis.

Estas 2 últimas practicas las autoridades responsables ya las depuraron.

A lo que de inmediato se insistió en que las forma de organizar a la población mayor para que reciba su dosis, resulta hasta inhumana, porque en las pequeñas poblaciones se tiene que trasladar con muchos riesgos a los abuelitos. A algunos hay casi que llevarlos cargando. A otros los trasladan en silla de ruedas, en triciclos, y hasta en diablitos; en caminos de terracería y con bajas temperaturas que se han registrado esta semana.

Es decir, que para llevar a vacunar a sus mayores, hay que jugársela corriendo los riesgos de un accidente por la forma de la movilidad y arriesgando a ganar un buen resfriado.

La pregunta es insistente ¿no resultaría menos complicado que las cuadrillas de vacunadores acudan al domicilio de las personas?

Ojalá que las etapas que siguen logren satisfacer a los analistas más exigentes, incluso para avanzar más rápido en la cruzada, porque se hacen cuentas que derivan que técnicamente la vacunación se puede llevar 2 años para inocular a todos los habitantes de este país.

Y lo más importante de todo esto es que el riesgo de contraer el mortífero bicho está y estará latente.

Y en el mundo no se podrá entrar a una etapa de control de la pandemia hasta que toda la humanidad esté vacunada.

Es decir, a un plazo de 2 a 3 años, entre 2023 y 2024.

¿Cuál será la realidad económica, política y social de la población para entonces?

¿Nos tocará ese nuevo mundo?





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