Nuevo enfrentamiento en cárcel de Ecuador deja cuatro heridos
Guayaquil, Ecuador.- Policías de Ecuador fueron atacados a bala este sábado tras un nuevo enfrentamiento entre presos de la misma cárcel de Guayaquil en la que el martes hubo un motín armado que dejó al menos 118 reclusos muertos, incluidos seis decapitados.
La comandante policial, general Tannya Varela, precisó que previo a la incursión de la fuerza pública se desató un tiroteo entre reclusos que dejó cuatro heridos.
Los heridos se deben al “enfrentamiento que tuvieron entre ellos“, manifestó a la prensa.
Los agentes neutralizaron la acción y se “mantiene el control” de la penitenciaría, expresó a su vez la institución policial.
“Durante la intervención de @PoliciaEcuador, en el #CPLGuayas No. 1, fueron recibidos con disparos por las PPL (personas privadas de la libertad)”, reportó por Twitter.
“De inmediato NEUTRALIZAMOS esta acción”, añadió. “AL MOMENTO se mantiene el control y el orden en el centro carcelario”.
Policías de grupos de élite ingresaron a la instalación apoyados por soldados y una tanqueta militar, de acuerdo con un video divulgado por la institución.
Indicó que se decomisaron dos fusiles, tres pistolas, municiones y teléfonos celulares en la cárcel, que tiene espacio para 5.300 reos, pero alberga a 8.500, lo que representa un hacinamiento de 60 por ciento.
De acuerdo con la Policía, la balacera se produjo en la misma penitenciaría en la que el martes se enfrentaron bandas rivales con nexos con el narcotráfico de Colombia y México, que se disputan el poder. El motín dejó 118 muertos y 86 heridos, en lo que constituye una de las peores masacres carcelarias en la historia de Latinoamérica.
– “Queremos paz” –
El jueves, Varela dijo que las autoridades habían asumido el control del reclusorio, parte de un gran complejo penitenciario de Guayaquil (suroeste ecuatoriano).
En otra cárcel vecina, reclusos el sábado escalaron hasta los techos para ondear ropa de color blanco y mostrar carteles llamando a la paz, constató la AFP.
“Queremos paz” y “La ley nos está matando. Queremos paz”, apareció en las pancartas de los presos, que piden no ser trasladados a otros reclusorios porque donde están “no hay problemas”.
Las autoridades prevén reubicar a parte de los presidiarios tras el amotinamiento que causó angustia entre los familiares de los encarcelados, que todavía ruegan por información sobre sus allegados afuera del complejo localizado en una zona industrial de Guayaquil.
La gente también se agolpaba en la morgue policial, ubicada en otra zona de la ciudad. Hasta el momento, se identificaron 101 cuerpos, 44 de los cuales ya fueron entregados a sus familias, según la Policía.
“La identificación de cuerpos restantes continúa en estudios antropológicos y toma de muestras de ADN a familiares”, señaló.
El diario digital Primicias indicó que al ingresar al pabellón de la cárcel que fue atacado por grupos rivales, los policías “vieron heridos que suplicaban por ayuda y una pila de cuerpos incinerados“.
Tras el motín -el tercero más grave del año en Ecuador, que sufre una crisis carcelaria- militares y policías intervienen en todas las prisiones del país para mantener el orden.
En lo que va de 2021, las revueltas carcelarias en la nación ya dejan 237 muertos y 170 heridos, según cifras oficiales. En febrero murieron 79 reclusos en amotinamientos simultáneos en cuatro prisiones.
Varela informó además que una organización delictiva planificaba el “ingreso de armamento” hacia prisiones de Guayaquil, realizándose el sábado una operación que derivó en el decomiso -según la fiscalía- de cuatro fusiles, dos rifles y una pistola.
– Crisis carcelaria –
La ministra de Gobierno (Interior), Alexandra Vela, anunció el viernes que bajo un estado de excepción para el sistema penitenciario en vigencia hasta noviembre, el Ejecutivo desplegó unos 3.600 militares y policías para “garantizar la seguridad” en las prisiones.
Ecuador cuenta con 65 cárceles con capacidad para 30.000, pero albergan 39.000, un hacinamiento de 30 por ciento.
Además, el sistema carcelario sufre falta de guardias (hay 1.500 y faltan otros 3.000), reducción de presupuesto (de 150 millones a 99 millones de dólares en los últimos seis años) y corrupción, a lo que se suma la guerra entre bandas con vínculos con cárteles como los mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Para reducir el hacinamiento, el gobierno planea construir más infraestructura penitenciaria, otorgar indulto para unos 2.000 reclusos de más de 65 años y con enfermedades o discapacidades y repatriar a extranjeros con condena para que la completen en su nación.
Un 10 por ciento del total de la población carcelaria es extranjera, en su mayoría colombianos y venezolanos.
© Agence France-Presse