Qué opinan los panaderos poblanos de la situación económica en Puebla

Puebla, Pue.- José Luis Aguayo es panadero. Está en el negocio desde hace más de 30 años y considera que la crisis económica actual es parecida a la que enfrentó el sector en 1994. Las complicaciones comenzaron con la pandemia y este año se agravaron con el alza en los precios de los insumos.

En lo que va de este 2022 precios de productos como harina, aceite y manteca han tenido al menos 3 ajustes a la alza. Él, tuvo que aumentar el precio de sus productos en abril y ahora mismo está pensando en volver a hacerlo, un peso de más para el pan dulce y 50 centavos para el de sal.

“La verdad ahorita con los precios, yo creo que se tiene que hacer otro ajuste, porque realmente estamos saliendo justos y no estamos percibiendo lo necesario para pagar, los que tenemos local establecido, para pagar renta, agua, le mantenimiento de la maquinaria”.

Los panaderos establecidos también se enfrentan a la competencia desleal. Personas que reparten en bicicletas o que colocan en la calle puestos ambulantes, muchas veces justo frente a los negocios formales. Que no pagan local, ni permisos, ni servicios.

Por lo que ante la reducción de sus ingresos, han tenido que recortar personal. Hace dos años José Luis empleaba a tres personas, hoy ha tenido que prescindir de sus servicios, pero se levanta a las 4 de la mañana a hacer pan y repartir y se duerme tras cerrar la panadería, a las 10 de la noche.

“Como hay también muchas personas que trabajan en su casa, pues no pagan impuestos, andan vendiendo en la calle, y si nos afectan, ahora yo hago todo,  me encargo de elaborarlo, repartirlo, me levanto a las 4 de la mañana y me acuesto a las 10 de la noche que se cierra la panadería”.

Finalmente, José Luis contó un fenómeno que le preocupa, el cierre de misceláneas. Tiendas en donde él repartía el pan, para que a su vez lo revendieran. En los últimos dos años, asegura, ha visto quebrar al menos 6 de estos establecimientos que cada día significaban ventas para él entre 300 y 600 pesos.

Le preocupa porque ha perdido puntos de venta pero sobre todo, porque se trata de comercios que significaban el sustento para una familia y hoy, simplemente han dejado de existir.