España sufre el pico de la ola de calor
AFP
“La temperatura media” en España este miércoles “probablemente constituya un récord para esa fecha desde 1950. Será, probablemente, uno de los cinco días más cálidos para agosto de los últimos 73 años”, explicó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) española.
Once zonas de España están en alerta roja, sinónimo de peligro extremo: tres en Andalucía (sur), dos en la Comunidad de Madrid, dos en Castilla-La Mancha (centro), tres en el País Vasco (norte) y una en Castilla y León (norte).
Casi todo el resto del país, salvo la costa, está en alerta, pero en niveles más bajos.
Los expertos consideran que el aumento del número, duración e intensidad de estas olas de calor es consecuencia del cambio climático.
En Portugal, el calor y el viento favorecieron la propagación de incendios que diezmaron más de 15.000 hectáreas en los últimos días.
El incendio de la región de Odemira (sur), que ya ha arrasado casi 10.000 hectáreas, según los últimos datos de protección civil, sigue avanzando por quinto día consecutivo, movilizando a casi 1.100 bomberos apoyados por 11 aviones, según la Autoridad Nacional de Protección Civil. Cerca de 1.500 personas han sido evacuadas.
Sin embargo, los bomberos esperan que la situación mejore el miércoles gracias a unas mejores condiciones meteorológicas. La previsión es de mayor humedad y temperaturas más bajas, sobre todo en la costa, donde se espera que las temperaturas vuelvan a descender por debajo de los 30°C.
Mientras tanto, decenas de bomberos españoles siguen luchando contra las llamas en Extremadura (suroeste), región fronteriza con Portugal, con la ayuda de más de una docena de aviones.
El Gobierno regional indicó que la evolución del incendio, declarado el lunes en el municipio de Valencia de Alcántara, era “favorable” en la mañana del miércoles.
Una primera estimación cifra en 350 las hectáreas afectadas, lo que lo convierte en el tercer mayor incendio de los últimos días en España, tras el que quemó 573 hectáreas en Portbou, en Cataluña (noreste), y otro que afectó a 450 hectáreas cerca de Bonares, en Andalucía (sur).