AFP
Después del éxito del domingo de Noah Lyles en los 100 metros masculinos, Estados Unidos confirmó este lunes su hegemonía en la velocidad del Mundial de atletismo de Budapest con el título femenino de Sha’Carri Richardson en esa misma prueba y el nuevo éxito de Grant Holloway en los 110 metros vallas.
El país de las barras y estrellas se llevó así las dos finales estelares de la jornada, en un perfecto fin de fiesta para la gran potencia actual del atletismo.
Richardson, de 23 años, ganó su particular pulso contra las jamaicanas, parando el crono en 10 segundos y 65 centésimas, lo que le permitió quedar por delante de las otras dos grandes favoritas, Shericka Jackson (10.72) y la veterana y cinco veces campeona del mundo Shelly Ann Fraser-Pryce (10.77).
“Es un honor irme con esta medalla de oro. Quiero mantenerme humilde”, declaró la estrella texana en el inicio de su conferencia de prensa tras el título.
“Shelly-Ann Fraser-Pryce es una atleta increíble. Crecí viéndola correr. Tenía que dar lo mejor de mí sabiendo que ella iba a estar ahí”, apuntó.
Fraser-Pryce, de 36 años y que empezó tarde su preparación por un problema en una rodilla, aspiraba a un sexto título mundial. No lo logró pero acumula ya quince medallas mundiales en su impresionante carrera.
“No ha sido mi mejor temporada, pero estar en la línea de salida y acabar con el bronce es una alegría. Tuve un inicio tardío esta temporada por mi lesión de rodilla, pero a pesar de eso quería estar aquí”, explicó la veterana velocista.
Justo antes de la final de los 100 metros, Estados Unidos había triunfado en la de 110 metros vallas, con el tercer oro seguido de Grant Holloway en un Mundial, lo que le permite emular a su compatriota Greg Foster.
Holloway, de 25 años, firmó el mejor crono de la actual temporada en la final, con un registro de 12 segundos y 96 centésimas. Triunfó así, después de haberlo hecho en Doha-2019 y Eugene-2022.
Segundo fue el campeón olímpico jamaicano Hansle Parchment (13,07 metros), mientras que el bronce fue para el estadounidense Daniel Roberts (13.09).
Holloway, autor de la segunda mejor marcha de todos los tiempos (12.81), se confirma como dominador de esta prueba, el equivalente a los 100 metros para los vallistas.
Después de ser subcampeón en los Juegos de Tokio, su reto será ahora conseguir la medalla de oro olímpica en París-2024.
– Cuba rompe su sequía –
En las otras finales del día, Hugues Fabrice Zango dio a Burkina Faso su primer oro al coronarse en el triple salto, por delante de los cubanos Lázaro Martínez (plata) y Cristian Nápoles (bronce).
Zango arrebató el liderato de la final a Martínez con su quinto intento, en el que voló hasta 17,65 metros. Martínez fue segundo con 17,41 metros, un centímetro más que su compatriota Nápoles (17,40).
A sus 30 años, Zango aprovechó la baja por lesión del campeón olímpico y mundial, el cubano nacionalizado portugués Pedro Pablo Pichardo, para subir a lo más alto del podio.
Cuba vuelve al medallero del Mundial, después de haberse quedado fuera de él hace un año en Eugene.
El atletismo latinoamericano suma ahora tres medallas en Budapest-2023. Antes de este lunes, el brasileño Caio Bonfim había conseguido un bronce en la primera final del Mundial, el sábado, en los 20 kilómetros marcha.
En el lanzamiento de disco masculino, el sueco Daniel Stahl, campeón olímpico, consiguió también el oro mundial. Fue por delante del esloveno Kristjan Ceh, al término de un concurso con emoción hasta el último segundo.
Stahl (30 años) obtuvo su segundo título mundial después del conseguido en Doha en 2019. En la capital húngara triunfó gracias a un lanzamiento a 71,46 metros, que constituyó además un récord de los Mundiales.
