Israel niega tomar como blanco a periodistas
AFP
Las fuerzas armadas aseguraron que “no disparan deliberadamente contra civiles, incluidos periodistas”, después de que una investigación de la Organización Neerlandesa de Investigación Científica Aplicada (TNO) concluyera como “probable” que sus soldados abrieron fuego contra los periodistas con una ametralladora, tras haberles disparado obuses de tanque.
El ataque, ocurrido el 13 de octubre en el sur de Líbano, cerca de la frontera con Israel, mató en el acto a Issam Abdallah, periodista de la agencia de noticias Reuters.
Otros seis -dos periodistas de Reuters, dos de Al Jazeera y dos de Agence France-Presse- resultaron heridos.
A una de ellos, la fotógrafa de AFP Christina Assi, de 28 años, se le tuvo que amputar una pierna.
Una investigación de AFP señaló en diciembre que en el ataque se usó un tipo de obús de tanque que solo utiliza el ejército israelí.
Otra investigación de Reuters, con resultados preliminares de TNO, concluyó que se dispararon dos obuses de tanque desde la misma posición al otro lado de la frontera.
En su informe final, la TNO afirmó el jueves que el análisis de un audio recogido por una cámara de Al Jazeera mostró que los reporteros también fueron atacados con proyectiles de calibre 0.50 del tipo utilizado por las ametralladoras Browning que pueden ser montadas en los tanques Merkava de Israel.
“Se considera probable que un tanque Merkava, después de disparar dos obuses, también utilizase su ametralladora contra la ubicación de los periodistas”, afirmó. Esto “no se puede concluir con certeza ya que no se pudo establecer la dirección y la distancia exacta del tiro”.
El ejército israelí declaró el viernes que las tropas respondieron a ataques de combatientes de Hezbolá, usando “fuego de artillería y de tanques para eliminar la amenaza”.
En una declaración a la AFP, afirmó que fue informado “de la lesión de periodistas que se encontraban en la zona” tras el fuego de sus tropas.
El “incidente seguirá siendo examinado” por un órgano militar, según el comunicado.
El ejército israelí aseguró que “considera de suma importancia la libertad de prensa, al tiempo que aclara que estar en una zona de guerra es peligroso”.
Las oenegés Amnistía Internacional y Human Rights Watch concluyeron que el primer disparo fue probablemente un obús de tanque lanzado desde Israel.
Afirmaron que los periodistas habían sido claramente identificados como tales y que el ataque merece una investigación por “crímenes de guerra”.
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