Despide Google a 28 emplados que protestaron por contrato con Israel
Redacción Tribuna
Google despidió a 28 empleados que protestaron por un contrato del gigante tecnológico con el gobierno de Israel, informó el jueves un portavoz de la empresa.
La decisión está relacionada con una manifestación organizada el martes por el grupo “No Tech for Apartheid”, que desde hace largo tiempo se opone al “Proyecto Nimbus”, un contrato conjunto de Google por 1.200 millones de dólares con Amazon para proporcionar servicios en la nube al gobierno de Israel.
El video de la movilización mostró a la policía arrestando a trabajadores de Google en Sunnyvale, California, en la oficina del director ejecutivo de Google Cloud, Thomas Kurian, según una publicación del grupo en la red social X, antes Twitter.
La oficina de Kurian estuvo ocupada durante 10 horas. Los trabajadores sostenían carteles que decían “Googlers contra el genocidio”, en referencia a las acusaciones en torno a los ataques de Israel a Gaza.
“No Tech for Apartheid” también organizó protestas en Nueva York y Seattle, según consignó el 12 de abril la revista Time, que informaba sobre un borrador de contrato de Google con el Ministerio de Defensa israelí por más de un millón de dólares por servicios de consultoría.
Un “pequeño número” de empleados “perturbó” el funcionamiento de algunas sedes de Google, pero las protestas son “parte de una campaña de larga data por parte de un grupo de organizaciones y personas que en gran medida no trabajan en Google”, dijo un portavoz de la empresa.
“Después de rechazar múltiples solicitudes para abandonar las instalaciones, las fuerzas del orden se comprometieron a retirarlos para garantizar la seguridad de la oficina”, agregó.
“Realizamos investigaciones individuales que por el momento resultaron en el despido de 28 empleados. Continuaremos investigando y tomando las medidas necesarias”, dijo.
Israel es uno de los “numerosos” gobiernos a los que Google proporciona servicios de computación en la nube, dijo también el vocero. Su cooperación con el Proyecto Nimbus “no está dirigida a cargas de trabajo altamente sensibles, clasificadas o militares relacionadas con armas o servicios de inteligencia”, señaló.