Dejan nueve cadáveres regados en Zacatecas
AFP
México.- Nueve cadáveres fueron encontrados este martes en una avenida de la ciudad mexicana de Fresnillo, en el estado norteño de Zacatecas, en medio de una escalada de violencia que se desató tras la captura de presuntos criminales, informaron las autoridades.
Junto a los cuerpos, dejaron “mensajes dirigidos a un grupo antagónico”, reportó el secretario de gobierno del estado de Zacatecas, Rodrigo Reyes, en sus redes sociales.
Fresnillo, de unos 240.000 habitantes, está enclavado en una ruta del narcotráfico que se disputan los cárteles más poderosos de México, el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, según las autoridades.
Los nueve cuerpos fueron arrojados cerca de un mercado dos días después de que grupos criminales bloquearan carreteras y quemaran vehículos de carga en respuesta a la captura de 13 presuntos delincuentes en Fresnillo.
Otros 13 fueron detenidos el lunes en la continuación de operativos desplegados por fuerzas del orden en esa y otras localidades de Zacatecas, originándose dos nuevos cortes de rutas este martes de madrugada, detalló el secretario de gobierno.
“La situación está controlada”, aseguró Reyes, quien sin embargo pidió “circular con precaución” debido a que las operaciones continúan.
Según una encuesta gubernamental, el 96% de la población de Fresnillo teme ser víctima de la delincuencia, lo que lo convierte en el municipio con mayor percepción de inseguridad de México.
El país acumula unos 450.000 homicidios y más de 100.000 desaparecidos desde que en 2006 el Estado lanzó una ofensiva antidrogas con participación militar.
La inseguridad es uno de los ejes de la campaña para las elecciones presidenciales del próximo 2 de junio, cuya intención de voto lidera cómodamente la oficialista de izquierda Claudia Sheinbaum, por encima de la opositora de centroderecha Xóchitl Gálvez y de Jorge Álvarez Máynez (centroizquierda), según encuestas.
Sheinbaum ofrece dar continuidad al enfoque del mandatario Andrés Manuel López Obrador, que según él privilegia atender las causas de la violencia, como la pobreza y la exclusión, antes que la guerra frontal contra los cárteles.
Por el contrario, Gálvez promete capturar a los grandes capos y de este modo poner fin a la estrategia de “abrazos, no balazos”, como López Obrador bautizó su política de seguridad.