Charly García regresa: “La lógica del escorpión”
Después de 7 años de ausencia, el astro argentino e ícono musical latinoamericano, Charly García, regresa con nuevo material discográfico “La lógica del escorpión”, un autentico García, como lo lllaman algunos.
“Si no fuera Maradona, me gustaría ser Charly García”
Y es que como es costumbre del multiinstrumentista, regresó no con las intenciones de complacer a nadie sino de hacer autentica música. Este disco se caracteriza por su gran riqueza musical, todo un Jackson Pollock de estilos y genéros que crean una narrativa cohesiva en esta gran miscelánea artística, que va desde el rock progresivo, el jazz, el blues, y el new wave que es más propio de Carlitos que de los mismos británicos.
Un diálogo postumo entre dos amigos
Una de las cosas que más ha llamado la atención de este disco, es la canción “La Pelícana y el Androide” una pieza que fue escrita, y grabada en los 80 por Charly García y por el flaco, Luis Alberto Spinetta. Una canción que jamás vio la luz hasta este momento y uno de los momentos más emotivos del disco por lo que significa volver a escuchar a estos dos titanes como en aquellos días de domingo familiar, fútbol y asado.
Un homenaje a su carrera y a la hermandad
Este disco tambien cuenta con las participaciones de dos personajes clave en la historia de Carlitos, y esos son su mejor aprendiz, Fito Paez y el serú girán Pedro Aznar.
América, es la canción que protagoniza junto a Pedro, un tema de rock progresivo caracterizado por esa sutil critica social no solo a Argentina, sino a todo el continente. Esta canción muestra como han cambiado las voces de ambos cantantes desde Tango 4, los años han pasado, pero no han pasado en vano.
El disco cierra con Rock & Roll Star, Fito Paez le da a esta canción su energía característica en cada uno de sus conciertos, y que mejor para una canción que literalmente es un homenaje a todos aquellos chavos no tan chavos que crecieron escuchando Peperina en la radio. Este disco es una obra de Charly para sus fans más arraigados, que lo siguen escuchando como si hubiera salido ayer.
