Celebra Gaby Bonilla logros y transformación tras dos años al frente del SEDIF
Pilar Bravo
Durante los últimos dos años, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ha realizado jornadas intensivas de apoyo a menores abandonados, adolescentes, personas con discapacidad y mujeres en situación vulnerable. A través de estos esfuerzos, se brindaron alimentos, educación, servicios y, lo más importante, amor.
En su informe ante el patronato e invitados al Auditorio Metropolitano, la presidenta del DIF Estatal, Gabriela Bonilla Parada, presentó un balance de las acciones realizadas en ocho programas. Al evento acudieron representantes de diversos sectores y municipios del interior del estado.
Mediante videos, se detallaron los logros de los programas, como la rehabilitación de la Casa de Ángeles, la creación de la Casa del Adolescente, el programa de adopciones, y la entrega de prótesis cocleares para personas con discapacidad auditiva, así como sillas de ruedas, bastones y otros dispositivos de alto valor.
Los testimonios de los beneficiarios que recibieron prótesis fueron particularmente emotivos. También se agradeció la respuesta positiva a las campañas de recolección, que permitieron juntar más de 2,200 pares de zapatos y 2,500 prendas de vestir para abrigar a los menores durante el invierno.
Gabriela Bonilla Parada reconoció la colaboración de empresarios como Miguel Jiménez, Juan Pablo Gutiérrez y Uliana Ruíz, quienes contribuyeron a la celebración de los 15 años de un grupo de adolescentes.
La presidenta del DIF también agradeció a los trabajadores de la institución, quienes se unieron al esfuerzo no solo en las áreas de Puebla, sino también en los 55 centros comunitarios del interior del estado, a los cuales se les proporcionó equipamiento.
Entre los asistentes al evento estuvieron el Arzobispo Víctor Sánchez Espinosa y el gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes. El gobernador destacó la labor humanitaria y los resultados alcanzados durante estos dos años, particularmente en el apoyo a los pequeños de la Casa de Ángeles y a los adolescentes, con el objetivo de acompañarlos en sus procesos de cambio y preparación para la vida adulta.