Semillas con más de 150 años de antigüedad, forman parte del mejor pulque en Zacatlán
Liliana Tecpanecatl
Alberto Ortega Gutierrez, es el dueño del Tinacal de Don Beto, con un pulque cuya semilla tiene más de 150 años de antigüedad. Él inició sus actividades en el negocio familiar cuando tenía 14 años de edad, ahora tiene 61 por lo que prácticamente ha pasado toda su vida entre tinacales y magueyes.
“Mi bisabuelo, mi abuelo y mi papá han hecho pulque de toda la vida, por eso el tinacal aproximadamente tiene entre 160 y 165 años porque lo hemos hecho por generaciones, ahora yo soy la cuarta generación y tratamos de hacerlo diferente porque los tiempos ya lo ameritan”.
Desde el pueblo mágico de Zacatlán, don Beto, quien este año recibirá el reconocimiento al Mérito Pulquero, nos comparte su pasión por el oficio que le ha tocado desempeñar, se dice orgulloso de ser tlachiquero y de continuar con una práctica que hace parte de la idiosincrasia de todo un país.
“Yo lo hago con mucho amor, con mucho cariño este trabajo, porque hay quien pudiera decir, no, ¿yo ser tlachiquero?, cómo decía Lázaro Cárdenas, pues qué jodido, pero no es algo muy bonito, algo único, artesanal, es nuestra cultura, no tenemos por qué avergonzarnos ni mucho menos, al contrario, estar orgulloso de hacer la bebida que solamente los reyes la tomaban”.
Don Beto presume preparar el mejor pulque de la región de Zacatlán y de los curados, ni se diga. Sin embargo, afirma que prefiere mantenerse en la línea de los sabores tradicionales, pues últimamente incluso hay concursos de elaboración de curados con las combinaciones más extravagantes.
“El hacer los curados es algo estupendo, nosotros aquí también hacemos curados, vendemos curados, solo que a lo mejor no tenemos la experiencia para hacer curados exóticos, extravagantes, aquí lo hacemos de piña colada, de guanábana, de mango, de fresa, cuando se hace un curado con un buen pulque, todos son excelentes”.
La reciente popularidad de esta ancestral bebida, ha derivado en la venta de pulque pirata y cuando el consumidor no es experto en la materia, es realmente imposible que distinga entre un buen pulque y uno que está alterado. Pero una cosa es cierta, el pulque auténtico, emborracha.
“Normalmente un buen pulque, si usted se toma tres, cuatro vasos se empieza a sentir chapeada, con calorcito, ese es un buen pulque y si usted se toma diez vasos y no siente nada, ese es un pulque pirata. Yo he tenido clientes que vienen de allá y se toman cuando mucho cuatro, cinco litros y ya están bien cuetes y allá dicen que se toman un vitrolero de 20 litros y no les pasa nada”.
Actualmente, el tinacal de Don Beto produce entre mil 500 y dos mil litros de pulque a la semana y además de mejorar las condiciones y procesos de elaboración de la bebida, ha convertido sus instalaciones en un producto turístico.
El tinacal de Don Beto forma parte de la Ruta del Pulque que podrá seguirse este fin de semana en Zacatlán, en el marco del Día Nacional del Pulque el próximo 6 de febrero.