
Playas de Buenos Aires se tiñen de rojo por inusual marea de algas
Redacción Tribuna
Los bañistas de varias playas turísticas en la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires se encontraron este viernes con una intensa “marea roja”, provocada por la acumulación de algas marinas, constató la AFP.
El fenómeno incomodó a los veraneantes en la popular ciudad de Mar del Plata, ubicada 420 km al sur de la capital, debido al desagradable olor que desprenden las algas tras varias horas al sol sobre la arena.
“Es un fenómeno natural llamado ‘arribazones’ de macroalgas”, explicó a la AFP Ricardo Silva, biólogo marino del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep). Detalló que estas plantas viven adheridas a superficies rocosas bajo el agua, pero pueden desprenderse por fuertes oleajes y ser arrastradas por las corrientes hacia la costa. Aclaró que no son tóxicas.
Si bien este fenómeno es común en los meses cálidos, el especialista reconoció que este verano se ha registrado una mayor cantidad de “arribazones“. Aunque no se puede afirmar con certeza que esté relacionado con el cambio climático, Silva señaló que un análisis a largo plazo podría establecer algún vínculo.
El aumento de vientos atípicos desde el noreste generó corrientes que provocaron la llegada masiva de estas algas a las playas de Mar del Plata, así como a las de Miramar y Necochea, ubicada 130 km más al sur.
La “marea roja” recordó un reciente episodio en la provincia de Buenos Aires, cuando un arroyo se tiñó de rojo el pasado 6 de febrero. En esa ocasión, sin embargo, la coloración fue provocada por un pigmento orgánico de origen industrial, según informó el Ministerio de Ambiente de la jurisdicción.
El hecho ocurrió en el arroyo Sarandí, en el municipio de Avellaneda, a 10 km del centro de Buenos Aires, generando preocupación entre los vecinos de la zona, que alberga fábricas textiles, curtiembres, alimenticias y farmacéuticas.
Las autoridades informaron que se están fiscalizando los establecimientos industriales que utilizan dichos pigmentos y que los primeros análisis descartaron la presencia de cianobacterias potencialmente tóxicas o bacterias peligrosas.