
Hoy es 11 de Abril, una jornada dedicada a recordar a todas las personas que desgraciadamente padecen la enfermedad del Parkinson, y lo importante que es fomentar la investigación cientifica para lograr mejorar la calidad de vida de todas estas personas.
Aunque Puebla no es la entidad con mayores indices de Parkinson, el aumento de diagnósticos durante los primeros meses de 2024 ha generado preocupación y ha motivado llamados urgentes a la conciencia social, la prevención y la atención oportuna.
Un aumento significativo
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud Federal, hasta el 20 de abril de 2024, Puebla ha registrado 50 casos de Parkinson, 19% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando se contabilizaron 42. De esos casos recientes, 27 corresponden a mujeres y 23 a hombres, lo que muestra una distribución relativamente equilibrada entre ambos géneros. A pesar de esta alza, Puebla ocupa la posición número 16 a nivel nacional, lejos de estados como Veracruz o Jalisco que lideran la lista.
¿Qué es el Parkinson?
El Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta principalmente a personas mayores de 60 años, aunque también puede presentarse en edades más tempranas. Se caracteriza por síntomas motores como temblores en reposo, rigidez muscular, lentitud de movimientos y trastornos del equilibrio. Sin embargo, los pacientes también pueden experimentar trastornos del sueño, ansiedad, depresión e incluso deterioro cognitivo.
Esta enfermedad se origina en gran medida por la degeneración de las neuronas ubicadas en la “sustancia negra” del cerebro, las cuales son responsables de producir dopamina, un neurotransmisor esencial para el control del movimiento. Su deficiencia provoca los síntomas motores tan característicos del Parkinson.
Julio Méndez López, neurólogo de la Secretaría de Salud del Estado de Puebla, destacó que uno de los grandes retos es que aún no se conocen con precisión las causas del Parkinson. Si bien se han relacionado factores genéticos y ambientales —como la exposición a pesticidas—, no existe una causa única ni completamente confirmada. Lo que sí se sabe es que el envejecimiento poblacional ha contribuido al aumento de los casos en todo el mundo. Se estima que actualmente hay más de cinco millones de personas viviendo con la enfermedad, y en México se calcula una cifra cercana al millón.
Cultura de prevención
Además del incremento de los diagnósticos, preocupa el alza de envenenamientos por uso indebido de medicamentos “anti parkinsonianos”, que pasaron de 20 casos en 2023 a 47 en 2024. Estos fármacos, como la levodopa, los agonistas dopaminérgicos o los inhibidores de la MAO-B, no curan la enfermedad pero ayudan a controlar sus síntomas. Sin embargo, deben ser administrados estrictamente bajo supervisión médica.
La enfermedad de Parkinson no solo afecta la salud física de quienes la padecen. Su impacto psicológico y social es profundo, ya que puede limitar la independencia del paciente, provocar aislamiento y afectar la dinámica familiar. Por ello, los expertos recomiendan una atención integral que incluya no solo tratamiento farmacológico, sino también ejercicio físico regular, alimentación saludable, descanso adecuado, apoyo emocional y participación en redes de apoyo.
Las autoridades de salud insisten en la importancia de la detección temprana y la información accesible para mejorar la calidad de vida de los pacientes. A medida que la población envejece, el desafío de enfrentar al Parkinson se vuelve más urgente, y requiere tanto de políticas públicas como del compromiso de una sociedad informada y empática.