
Trump, Zelensky y la apuesta incierta por la paz en Ucrania

Donald Trump volvió a colocarse en el centro del escenario internacional. Este lunes recibió en la Casa Blanca a Volodímir Zelensky y a un grupo de líderes europeos para discutir una salida a la guerra en Ucrania. Como buen showman, Trump jugó a ser mediador, aunque lo hizo con su estilo peculiar: presionando a Kiev para que haga concesiones y al mismo tiempo prometiendo garantías de seguridad que todavía no están del todo claras.
El contexto es revelador. Apenas días antes, el presidente estadounidense se reunió con Vladimir Putin en Alaska. De ahí salió la idea de que el futuro de los territorios ocupados por Rusia debe resolverse directamente entre el Kremlin y Kiev. Es decir, Trump ve posible una negociación cara a cara entre Zelensky y Putin en las próximas dos semanas. Europa, mientras tanto, queda como invitada secundaria.
En Washington, Trump habló de una presencia de seguridad “similar a la de la OTAN”, pero sin tropas estadounidenses comprometidas. El mensaje: Europa tendrá que cargar con el costo principal de blindar a Ucrania. No sorprende, pues, que los europeos —Macron, Merz, Meloni, Starmer y compañía— llegaran a la Casa Blanca con el objetivo de evitar que Trump entregue demasiado a Putin.
Our main goal is a reliable and lasting peace for Ukraine and for the whole of Europe. And it is important that the momentum of all our meetings lead to precisely this result. We understand that we shouldn’t expect Putin to voluntarily abandon aggression and new attempts at… pic.twitter.com/lSlBPJNKZo
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) August 18, 2025
Zelensky, por su parte, se mostró diplomático. Habló de una reunión “constructiva” y agradeció la “señal importante” de Washington sobre garantías de seguridad. Pero no dejó de advertir que la paz debe ser duradera, no como la que siguió a la anexión de Crimea en 2014.
El problema es que, mientras Trump juega al pacificador, la guerra sigue. Ese mismo día Rusia lanzó ataques con drones y misiles sobre Ucrania. El reloj corre y Trump promete resultados en dos semanas. Pero, como suele pasar con él, la pregunta es si veremos un acuerdo real o solo otro episodio de su interminable reality show político.