
Las torres de Notre Dame vuelven a ser accesibles tras el incendio

A partir de este sábado, será de nuevo posible subir a lo alto de las torres de Notre Dame de París, totalmente restauradas tras el incendio que devastó la catedral en 2019.
El presidente francés, Emmanuel Macron, visitó este viernes el lugar para celebrar su reapertura.
¿Por qué visitar las torres?
Se tienen que subir 424 peldaños pero el esfuerzo vale la pena para contemplar la vista panorámica de 360 grados de París, una de las más impresionantes de la ciudad.
El recorrido de la visita, suspendido tras el incendio del 15 de abril de 2019, se ha reorganizado y rediseñado por completo para convertirlo en “una experiencia inspiradora”, según Marie Lavandier, presidenta del Centro de Monumentos Nacionales (CMN).
La visita, de unos 45 minutos de duración, comienza en la torre sur con la subida al campanario, antes invisible, gracias a la construcción de una espectacular escalera de doble vuelta en roble macizo.
Luego el visitante accede a las terrazas, que culminan a 69 metros, y descubre las dos campanas principales de la catedral, entre ellas Emmanuel, que pesa más de 13 toneladas y sólo repica en grandes ocasiones.
El recorrido continúa por el llamado patio de las cisternas, que separa las dos torres y permite ver el “bosque”, el armazón de madera reconstruido tras haber sido devastado por las llamas. El descenso se realiza por la torre norte.
Conseguir entradas para subir a las torres es más complicado que visitar la catedral en sí, porque se ha fijado un límite de 400.000 visitantes al año, mientras que cada día entran en el edificio gótico unas 30.000 personas.
Para las torres, sólo pueden entrar 19 personas a la vez y se requiere una buena condición física.
La visita a la catedral es gratuita y la de las torres cuesta 16 euros (19 dólares).