

La política mexicana entró de lleno al terreno internacional. El presidente del PRI, Alejandro Moreno, informó que interpuso una denuncia contra Adán Augusto López Hernández, coordinador de los senadores de Morena, ante instancias de seguridad de Estados Unidos: el FBI, la DEA, el Departamento del Tesoro y el Departamento de Justicia.
En un mensaje publicado en su cuenta de X, Moreno acusó al exsecretario de Gobernación de mantener vínculos con el crimen organizado, además de participar en actividades de huachicol, contrabando y lavado de dinero. El priista acompañó sus declaraciones con un documento dirigido a las agencias norteamericanas, con sede en Washington y Virginia.
El escrito describe un esquema de extracción ilegal de petróleo crudo en México, que supuestamente se transportaba a Estados Unidos para ser procesado y luego reimportado como producto refinado. De confirmarse, este mecanismo implicaría la violación de diversas leyes federales en territorio estadounidense.
Más allá de la veracidad de las acusaciones, lo cierto es que el movimiento de Moreno coloca el debate en un escenario incómodo: la relación del gobierno de la 4T con sus opositores se lleva ahora a foros internacionales. Una jugada política de alto riesgo, con repercusiones que apenas comienzan.
Denunciamos ante el FBI y la DEA, al Coordinador de los Senadores de MORENA, @adan_augusto, por sus evidentes vínculos con el crimen organizado y su participación en el huachicol, contrabando y lavado de dinero. pic.twitter.com/zyCxmKe98S
— Alejandro Moreno (@alitomorenoc) September 23, 2025