
Mientras en Puebla se preparan para los disfraces y el cempasúchil, en Izúcar de Matamoros las autoridades sanitarias enfrentan un asunto más serio. Samuel Aguilar Pala, secretario de Gobernación, confirmó un caso positivo de Coxsackie en un alumno del Centro Escolar “Lázaro Cárdenas”.
El brote, aunque contenido por ahora, encendió las alarmas. Se suspendieron las clases presenciales y se realizaron labores de desinfección en las instalaciones. El virus, común entre niños, provoca fiebre y lesiones en boca, manos y pies, y puede propagarse fácilmente si no se toman medidas rápidas.
Lo destacable es la respuesta inmediata: cerrar, limpiar y aislar, antes de que el tema crezca y se convierta en otro titular nacional. En un estado con intensa movilidad estudiantil, un caso aislado puede ser el primer aviso de algo mayor. Por ahora, el mensaje es claro: mejor prevenir un contagio que lamentar un cierre masivo de escuelas.