
Todo lo que ha sucedido desde el incidente de Fátima Bosch
El concurso de Miss Universo 2025, celebrado este año en Tailandia, (para los que ya se les taba olvidando) ha dejado de ser una pasarela de vestidos y sonrisas para convertirse en un espejo del poder, el respeto y empoderamiento femenino . Todo comenzó con un momento incómodo, una interrupción y un gesto de humillación pública hacia Fátima Bosch, representante de México, que desató una tormenta internacional.
Para mí, para muchos mexicanos, eres una REINA, Fátima…
Te admiro y aplaudo por elevar la voz ante un acomplejado ante el PODER de una mujer…
Fátima Bosch, eres una CHINGONA y México se llena de orgullo por tenerte como representante en MISS UNIVERSOpic.twitter.com/khTZiKnf6n
— El Francotirador (@franco_record) November 5, 2025
La protagonista de este episodio, una diseñadora de modas y bailarina tabasqueña, jamás imaginó que su participación en el certamen más importante desataría todo un tema de conversación, sobre respeto mutuo en un ambiente laboral. En el video se ve a Nawat Itsaragrisil, entonces director de Miss Universo Tailandia, interrumpiendo a Bosch durante un evento oficial del certamen. El tono altivo y el gesto condescendiente del empresario tailandés cavaron la tumba de su propia reputación. Los asistentes guardaron silencio. Fátima, visiblemente incómoda, guardó la compostura. Pero el público global no lo hizo.
Las redes se convirtieron en una arena de indignación. Miles de usuarios exigieron respeto y acciones inmediatas. En cuestión de horas, Raúl Rocha Cantú, presidente y copropietario de Miss Universo, rompió el silencio:
“Mi gran indignación y repudio a Nawat por la agresión que hizo en público en contra de Fátima Bosch, a quien humilló, insultó y faltó al respeto”. La decisión fue contundente: destitución inmediata y acciones legales contra Itsaragrisil.
🔻Luego de que Nawat Itsaragrisil, Presidente de Miss Grand International dijera “tonta” y tuviera un roce con nuestra representante de Miss Universo Fátima Bosch, la mayoría de participantes se salieron en solidaridad a la mexicana. Le salió caro. Raúl Rocha Cantú, presidente de… pic.twitter.com/mkr2q7muJd
— Ciro Di Costanzo (@CiroDi) November 5, 2025
Rocha Cantú, empresario mexicano con una visión de certamen más inclusiva y moderna, calificó el comportamiento del tailandés como “inaceptable” y lamentó que hubiese olvidado el propósito esencial del concurso: dar voz y espacio a las mujeres que representan a sus países. En su comunicado, reafirmó algo que en esta era no admite matices:
“En Miss Universe, los valores y el respeto a la mujer no son negociables”.
Mientras tanto, Bosch reaccionó con una serenidad que contrastó con el caos mediático. El 5 de noviembre reapareció en redes sociales luciendo su banda de “México”, un vestido azul y una sonrisa firme. En su cuenta de Instagram escribió:
“México, te llevo en el corazón. Los mexicanos no nos rendimos, porque rendirse nunca ha sido parte de nuestra historia”. Fue su manera de decir: sigo aquí. Sigo representando.
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Los internautas la coronaron simbólicamente como “la reina de la dignidad”. En los comentarios, abundaban mensajes como “Tu elegancia habla más que mil palabras” o “Eres una reina con clase y fortaleza”.
Y no estuvo sola. Hanin Al Qoreishy, Miss Irak, protagonizó uno de los gestos más poderosos del certamen: cuando Fátima abandonó el salón tras el incidente, Hanin caminó a su lado. Esa simple acción —captada por las cámaras— se convirtió en símbolo de sororidad. Después, ambas publicaron un video juntas: “Ella es mexicana ahora”, dijo Bosch entre risas. “Ya soy mexicana”, respondió Hanin. Irak y México, dos países separados por miles de kilómetros, unidos por una lección de empatía femenina.
Fátima Bosch estaba acompañada por Miss Universe Iraq 🇮🇶, Hanin Al Qoreishy. Estuvo junto a ella al salir y mientras declaraba y no la soltó. Que bonito su apoyo. #MissUniverse #Mu2025 #MissUniverseThailand pic.twitter.com/KgPqE5yD8g
— ❤️🔥 (@pamind13) November 4, 2025
Pero la historia no terminó ahí. Nawat Itsaragrisil, tras ser separado del cargo, ofreció disculpas públicas. Durante una conferencia en Tailandia, con la voz entrecortada, dijo:
“Soy humano. Hay mucha presión. Nunca tuve la intención de hacerle daño a nadie”.
Sin embargo, su mea culpa fue recibida con escepticismo. No mencionó directamente a Bosch. La omisión también comunica. “Justo ayer dejamos de aceptar disculpas”, escribió un usuario en X.
Nawat Llorath Itsaragrisil de la Tower 🥹
Ya no puedo más 🤚🏻
Ya no puedo más 🤚🏻
Decía en Tailandes 🇹🇭@adrianm10Viva México 🇲🇽
Viva Fátima Bosch 👸🏻 pic.twitter.com/9NAv3z72au— Patto A Vega 🧳 (@PattoAvega) November 5, 2025
En su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su respaldo a la mexicana:
“Mi reconocimiento porque ella vive esta agresión y muy dignamente dice: ‘No estoy de acuerdo’. Las mujeres nos vemos más bonitas cuando alzamos la voz y participamos, porque eso tiene que ver con el reconocimiento de nuestros derechos”.
Sheinbaum rescató una frase que marcó generaciones: “Calladita te ves más bonita.” En tono firme, la mandataria sentenció: “No más. Las mujeres se ven más bonitas cuando alzan la voz.” La jefa del Estado mexicano convertía así el episodio en una metáfora del cambio cultural que vive el país.
Mientras tanto, Miss Universo envió a delegados especiales a Tailandia para supervisar las actividades y garantizar la seguridad de las 130 concursantes. Rocha Cantú anunció que Mario Búcaro y Ronaldé asumirían el control del evento. Su mensaje fue claro: no se tolerarán más abusos de poder.
“Las mujeres nos vemos más bonitas cuando alzamos la voz y participamos”.🗣️
La presidenta @Claudiashein destacó que es momento de romper con la idea de que “calladita te ves más bonita”.
Hablar, denunciar y alzar la voz es reconocer nuestros derechos. No te quedes callada. ✊ pic.twitter.com/TRZxCElcVQ
— Coordinación Nacional de Protección Civil (@CNPC_MX) November 5, 2025
Entre las reacciones internacionales, el “Zar de la Belleza”, Osmel Sousa, también hizo ruido. Famoso por haber formado a decenas de reinas venezolanas, anunció su renuncia al cargo de asesor del certamen, decisión tomada tres semanas antes, según explicó. Sousa, quien había defendido públicamente a Fátima Bosch meses atrás, escribió en Instagram:
“Después de reflexionar, sentí que debía cerrar este ciclo. Agradezco al señor Raúl Rocha y a la señora Paulina por su comprensión.” Su salida marcó el fin de una era en los concursos de belleza latinoamericanos.
En medio de la controversia, el certamen siguió adelante. Las delegadas continuaron con ensayos, desfiles y entrevistas. La final, programada para el 21 de noviembre en Bangkok, promete ser una de las más vistas en la historia reciente, no solo por la belleza o la competencia, sino porque se ha convertido en un foro global sobre el respeto y la voz de las mujeres.
Fátima Bosch, mientras tanto, ha sabido capitalizar su momento con inteligencia emocional.
“Amo Tailandia, amo a su gente. Estoy aquí, nadie puede silenciar mi voz. Quiero decirle a toda mi gente en México: aquí estoy, más fuerte que nunca y nadie va a silenciar mi voz”, declaró ante medios internacionales. Sus palabras resonaron como una respuesta a toda una historia de silencios impuestos.
Detrás de la polémica, hay algo más grande que un concurso de belleza: una conversación sobre poder, género y respeto en espacios que durante décadas fueron dominados por estereotipos. Miss Universo, en 2025, dejó de ser un espectáculo de coronas y lentejuelas para transformarse en un laboratorio social donde las mujeres no solo desfilan, sino que reclaman su derecho a ser escuchadas sin miedo.
Lo que ocurrió con Fátima Bosch no fue solo una anécdota; fue un punto de inflexión. Raúl Rocha Cantú, al destituir a Itsaragrisil, envió un mensaje que trasciende el glamour del certamen: ningún título, ningún cargo y ningún micrófono justifican la humillación pública de una mujer.
Miss Universo 2025, bajo el lema “El poder del amor”, hoy representa algo más que un certamen: un recordatorio de que la dignidad no se negocia, que la empatía no es debilidad y que, en la era de la hiperconectividad, la belleza auténtica está en la integridad.
Quizás la historia recordará a Fátima Bosch no solo como una reina de belleza, sino como la mujer que convirtió una agresión en una declaración de principios universales: respeto, valentía y sororidad.
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