Paris Jackson expone cicatriz de su pasado con las drogas
Redacción
La hija del legendario Michael Jackson sorprendió a sus seguidores al compartir en TikTok una de las consecuencias físicas más duras que le dejó su pasado con las drogas: un tabique nasal perforado. Con la linterna de su celular, la cantante y actriz de 27 años mostró el interior de su nariz y explicó que el daño ocurrió cuando tenía alrededor de 20 años y consumía cocaína.
En el video, Paris Jackson reconoció que nunca había hablado de este tema y que la secuela es notoria, pues incluso provoca un silbido fuerte al respirar.
Tengo lo que se llama un tabique perforado. Es por lo que ustedes creen que es. No consuman drogas, chicos”, expresó con crudeza.
Decisión personal y mensaje preventivo
Aunque podría someterse a una cirugía reconstructiva, Paris aclaró que prefiere no hacerlo. La razón es doble: por un lado, no quiere volver a medicarse tras haber logrado mantenerse sobria; por otro, considera que la perforación es un recordatorio permanente de lo que superó.
🔥🚨 Breaking: Paris Jackson Opens Up!
Michael Jackson’s daughter gets real — says drugs “destroyed” her life and left a hole in her nose. pic.twitter.com/kxa9AQGdoY— Ace (@AnythinGoes33) November 11, 2025
La artista subrayó que lleva seis años libre de drogas, un proceso que le permitió recuperar su vida y sentirse mejor consigo misma. “Arruinó mi vida”, dijo sobre su etapa de consumo, insistiendo en que su testimonio debe servir como advertencia a los jóvenes.
Reacciones y contexto
Medios internacionales destacaron la valentía de Paris al mostrar sin filtros una secuela irreversible de su adicción. Su mensaje fue interpretado como un llamado a la prevención y a la conciencia sobre los efectos devastadores de las drogas.
La revelación de Paris Jackson ha generado gran repercusión porque, más allá de su condición de celebridad, expone un daño físico permanente que simboliza los riesgos del consumo de sustancias. Su decisión de no ocultarlo refuerza la idea de que la recuperación es posible, pero las secuelas pueden acompañar de por vida.








