
Baristas de Starbucks hacen huelga para exigir derechos laborales
Miles de baristas de la cadena estadounidense Starbucks iniciaron el jueves una huelga indefinida para protestar contra sus condiciones laborales y el estancamiento de las negociaciones sobre un convenio colectivo.

Al igual que el año pasado, el movimiento se realiza el día en que la cadena lanza su campaña de marketing “Red cup”, que ofrece una taza roja reutilizable a cualquier cliente que compre una bebida creada por Starbucks para las fiestas.
La “Rebelión de la Taza Roja” prevé concentraciones el jueves en más de una decena de ciudades y un paro laboral de un millar de baristas, según un comunicado del sindicato Starbucks Workers Union.
Los empleados reclaman aumentos salariales, mejores condiciones de trabajo con suficientes empleados y horarios “estables” que les permita acceder a derechos sociales.
“Es difícil conseguir más de 19 horas (de trabajo) por semana, lo cual es insuficiente para beneficiarse de la cobertura de seguro médico”, que se activa a partir de veinte horas semanales, cuenta Dachi Spoltore, barista desde hace cinco años en Pittsburgh (Pensilvania).
Más de 65 locales de Starbucks de una cuarentena de ciudades forman parte de esta primera fase del movimiento, que, según el sindicato, podría ampliarse con los días a más de 550 cafés.
La cadena posee cerca de 10.000 establecimientos y cuenta con más de 7.000 franquicias en Estados Unidos.
Starbucks indicó a la AFP que “menos del 1%” de sus cafés sufrían algún tipo de perturbación en la mañana del jueves, cuando
“Estamos decepcionados de que Workers United, que representa menos del 4% de nuestros empleados, haya convocado una huelga para volver a la mesa de negociaciones”, dijo un portavoz de Starbucks.
Para Lynne Fox, presidenta del sindicato Workers United que reúne a más de 90.000 trabajadores de todas las industrias en Estados Unidos, Starbucks “se niega a negociar de buena fe”.
Fundado en 2021, el sindicato de Starbucks trata de crear un marco base sobre cuestiones clave como los salarios, la política de horarios y el acceso a la atención médica.









