
Tribuna Deportes
El Club Puebla Femenil oficializó este viernes dos bajas que representan un golpe significativo para su estructura de cara al Torneo Clausura 2026. A través de un breve mensaje en redes sociales, el equipo confirmó la salida de su arquera titular Gabriela Machuca y de la defensa experimentada Liliana Magaña, agradeciendo “su compromiso con estos colores durante su estancia en la institución” y deseándoles éxito en sus futuros proyectos.
Aunque el comunicado fue conciso, el impacto de ambas salidas ha generado preocupación entre la afición, pues se trata de dos jugadoras que aportaron liderazgo, estabilidad y experiencia en un momento clave para La Franja.
La salida de Machuca, un golpe en el arco
El adiós de Gabriela Machuca era un rumor que venía tomando fuerza en los últimos días, luego de que trascendiera que no se había alcanzado un acuerdo económico para renovar su contrato, el cual venció a inicios de diciembre de 2025. Con el anuncio del club, su partida queda confirmada, aunque su futuro aún es incierto. Diversas versiones apuntan a que podría convertirse en refuerzo de Santos Femenil.
La guardameta llegó a Puebla para el Apertura 2024, en un contexto complicado tras las salidas de Karla Morales y Paola Manrique. Machuca no tardó en ganarse la titularidad y responder a la confianza con actuaciones determinantes que evitaron derrotas abultadas y mantuvieron al equipo competitivo en momentos críticos.
Su salida es especialmente dolorosa para la institución, pues había logrado convertirse en uno de los pilares defensivos más sólidos de La Franja. En un equipo históricamente vulnerable en zona baja, su desempeño representó un respiro y una garantía bajo los tres postes.
Magaña, jerarquía y constancia que dejan un vacío
La baja de Liliana Magaña, aunque menos sorpresiva por su disminución de minutos en las últimas jornadas, es igualmente relevante por el peso específico que la defensa aportaba en experiencia, orden y liderazgo.
Entre 2025 y 2026 disputó 16 partidos y acumuló 1,378 minutos, siendo pieza clave en la recuperación, salida de balón y estructura defensiva del equipo. Su presencia complementaba el trabajo de Machuca y aportaba equilibrio en la última línea.
Su trayectoria respalda su relevancia: debutó en Necaxa en 2017, donde sumó 60 partidos y dos goles; posteriormente brilló con León entre 2019 y 2022 con 97 juegos y cinco anotaciones; y desde su llegada a Puebla en 2023, se consolidó como una jugadora confiable. En mayo de 2024, la Liga MX Femenil la reconoció por alcanzar los 200 partidos en Primera División, un logro reservado para un grupo muy reducido de futbolistas.
Incluso en los momentos más complicados, como en el Clausura 2025, Magaña se mantuvo como una de las voces que enfrentó la situación y ofreció disculpas públicas por los resultados adversos, reflejando su compromiso con la institución.
Un proceso de reestructuración que continúa
Las salidas de Machuca y Magaña se suman a una serie de movimientos que han marcado al Puebla Femenil en los últimos meses, evidenciando una reestructuración profunda en la plantilla. Su partida no solo implica perder a dos referentes dentro del campo, sino redefinir la identidad defensiva de un equipo que ya enfrentaba múltiples desafíos.
La afición espera que en las próximas semanas se anuncien refuerzos que permitan cubrir estos vacíos y que la institución logre construir un proyecto sólido de cara al siguiente torneo.







