Estrés laboral: el enemigo silencioso
David Becerra
México enfrenta una crisis silenciosa: el estrés y el síndrome de Burnout, dos fenómenos estrechamente relacionados que avanzan en medio de un año marcado por la incertidumbre económica, la violencia y las tensiones sociopolíticas. Sus efectos pueden ser profundos y afectar seriamente la salud física y mental de la población.
El estrés impacta a millones de personas en el mundo, y México no es la excepción. La presión por cumplir con expectativas laborales, familiares y sociales puede resultar abrumadora y, si no se atiende, derivar en problemas de salud severos.
El síndrome de Burnout, reconocido por la Organización Mundial de la Salud, es un trastorno emocional caracterizado por un desgaste físico y mental extremo provocado por la exposición prolongada al estrés laboral. Sus consecuencias pueden incluir depresión, ansiedad y afectaciones cardiovasculares.
Entre las principales causas del estrés y el Burnout destacan la sobrecarga laboral, la falta de recursos para realizar tareas, la escasa autonomía para tomar decisiones, los ambientes laborales conflictivos, la falta de apoyo y las expectativas poco realistas que imponen tanto el entorno laboral como la presión social.
Las repercusiones pueden ser devastadoras: deterioran la salud, afectan la vida personal y reducen el desempeño profesional.
Frente a este panorama, es fundamental que empleadores y empleados adopten medidas para prevenir y atender estos padecimientos. Algunas estrategias incluyen priorizar la salud mental, reconocer señales de alerta y buscar apoyo profesional; establecer límites, aprender a decir “no” y equilibrar la vida laboral y personal; fomentar ambientes laborales saludables, con comunicación abierta y apoyo entre equipos; y practicar técnicas de relajación como yoga, meditación o ejercicio regular.
En México, hablar del estrés y del Burnout ya no es opcional: es momento de reconocerlos y actuar para reducir su impacto.







