¿Son comunes los descarrilamientos de trenes de pasajeros?
Accidentes similares han ocurrido en varios países; fallas en vías y mantenimiento, las causas más frecuentes
Especial de redacción
Un tren de pasajeros del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec se descarriló este domingo 28 de diciembre en las inmediaciones de Nizanda, Oaxaca, provocando al menos 13 fallecidos y 98 personas lesionadas, informó la Secretaría de Marina (Semar), encargada de la operación del convoy.
El tren, que viajaba con alrededor de 250 personas a bordo —241 pasajeros y nueve tripulantes—, salió de la vía mientras recorría la Línea Z, que conecta Salina Cruz con Coatzacoalcos, partiendo importante infraestructura de transporte regional.

Equipos de emergencia, entre ellos 360 elementos navales, ambulancias y vehículos de auxilio, han acudido al lugar para atender a los heridos. Al menos 36 de ellos han sido trasladados a hospitales de la región para recibir atención especializada.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, lamentó los hechos y anunció el envío de funcionarios federales para apoyar a las familias de las víctimas y coordinar la respuesta institucional. Las causas del descarrilamiento aún están siendo investigadas por la Fiscalía General de la República, señalaron las autoridades.
¿Son comunes los descarrilamientos? ¿Por qué ocurren?
Los descarrilamientos están entre los tipos de accidente ferroviario más frecuentes. A nivel global, representan aproximadamente 71 % de todos los accidentes en tramos ferroviarios, según estadísticas internacionales sobre siniestros del sector, y suelen desencadenarse por factores como fallas en las vías, problemas mecánicos, errores humanos o mantenimiento deficiente de la infraestructura.
Algunos de los motivos más habituales incluyen:
- Defectos en la vía o rieles dañados, que pueden hacer que el tren pierda contacto con la trayectoria normal
- Errores humanos o de señalización, como fallos en sistemas de control o interpretación equivocada de instrucciones.
- Condiciones ambientales severas, como deslizamientos de tierra tras lluvias intensas o temperaturas extremas.
Aunque muchos descarrilamientos no causan víctimas mortales, cuando involucran trenes de pasajeros o rutas de alta velocidad pueden tener consecuencias graves, como se ha visto en múltiples regiones del mundo. Por ejemplo, en Alemania en 1998, un descarrilamiento de alta velocidad dejó 101 víctimas fatales y decenas de heridos, siendo uno de los peores desastres ferroviarios en Europa.

Antecedentes y accidentes ferroviarios en México
En México, los accidentes ferroviarios han ocurrido a lo largo de décadas, aunque no todos son descarrilamientos de gran envergadura. El más reciente, antes del accidente en Oaxaca, fue un incidente registrado en Irapuato en agosto de 2025, cuando una locomotora sin tripulación embistió vehículos en cruces ferroviarios, causando al menos seis muertes y varias personas heridas.
Además, otro tipo de siniestros, como choques en cruces viales, han afectado a la población este año. Por ejemplo, en Atlacomulco, Estado de México, un tren que arrolló a un autobús dejó al menos 10 muertos y decenas de lesionados en septiembre de 2025, lo que refleja la complejidad del transporte ferroviario y la interacción con otros modos de tránsito.
Si bien los trenes se consideran uno de los medios de transporte más seguros comparados con automóviles o camiones, los descarrilamientos y otros tipos de accidentes son riesgos inherentes a cualquier red ferroviaria extensa, especialmente si hay fallas en infraestructura, programación de mantenimiento o protocolos de seguridad insuficientes








