A dos años del fallecimiento de la reina Isabel II, el legado de una monarca

El 8 de septiembre de 2022, el Palacio de Buckingham anunció: “La reina murió en paz en Balmoral esta tarde“. Con esas palabras, la BBC y medios de todo el mundo informaron que Isabel II había fallecido a los 96 años, tras 70 años en el trono. Inmediatamente, se activó la Operación Puente de Londres, un protocolo diseñado durante décadas para gestionar los 10 días posteriores a su muerte, que culminaron en su funeral de Estado celebrado en la Abadía de Westminster.

Cada día tras su muerte tuvo un código específico: el “Día D” fue el primero, seguido del “D+1”, y así sucesivamente. En el “Día D+1”, el Reino Unido guardó un minuto de silencio al mediodía, las banderas ondearon a media asta y las campanas de la Abadía de Westminster, la Catedral de Saint Paul y el Castillo de Windsor resonaron al unísono. También, se dispararon 96 salvas de cañón en Hyde Park, una por cada año de vida de la reina.

Ese mismo día, el rey Carlos III se dirigió a la nación por primera vez, rindiendo homenaje a su madre y comprometiéndose a servir con “respeto, lealtad y amor”. En su discurso, el nuevo monarca tomó el manto de la estabilidad que Isabel II representó durante siete décadas.

A dos años exactos de su fallecimiento, el recuerdo de la reina sigue presente en la memoria colectiva. Isabel II fue un referente para millones de personas, ya que más del 80% de la población mundial nunca conoció a otro monarca británico antes de ella.

Hoy, Carlos III, en consonancia con el legado de neutralidad de su madre, ha adoptado un rol equilibrado como jefe de Estado, buscando mantener la estabilidad que caracterizó al reinado de Isabel II. A pesar de que su muerte no alteró la vida cotidiana de la mayoría, marcó un momento histórico que quedará grabado en la memoria colectiva global.