Tribuna Deportes
Javier Aguirre salió satisfecho del empate de la Selección Mexicana en su amistoso más reciente. Tras un duelo cerrado y físicamente exigente, el técnico nacional aseguró que su equipo mostró una ligera superioridad en el trámite del juego, aunque reconoció que el marcador final terminó imponiéndose sobre cualquier percepción.
Yo viví un partido intenso, un poquito mejor nosotros. La única que vale es el empate, afirmó el estratega en conferencia de prensa, dejando claro que, pese a la sensación de dominio, los goles —o la falta de ellos— continúan siendo el factor determinante.
Aguirre destacó la actitud del equipo, especialmente en lapsos donde México logró imponer ritmo, recuperar balones y generar aproximaciones peligrosas. Sin embargo, también admitió que faltó profundidad para reflejar esa superioridad en el marcador.
El técnico señaló que estos partidos permiten ajustar detalles rumbo a los compromisos oficiales y que el comportamiento del grupo lo deja con buenas sensaciones de cara a los siguientes pasos del proceso.
Con el empate consumado, Aguirre se enfocará ahora en afinar la definición y seguir construyendo una idea sólida que conecte con la afición y consolide resultados en la cancha.
Jugador del Tri lamenta los abucheos en casa y reconoce mayor comodidad al jugar en Estados Unidos
El delantero de la Selección Mexicana Raúl Jiménez habló con franqueza tras el reciente partido y admitió que le duele escuchar los constantes abucheos cada vez que el equipo nacional juega en territorio mexicano. El atacante no ocultó su sentir y aseguró que ese ambiente adverso influye directamente en la decisión de disputar la mayoría de los amistosos en Estados Unidos.
El futbolista explicó que, al norte de la frontera, el equipo suele recibir un respaldo más cálido y menos condicionado por los resultados inmediatos, lo que facilita que los jugadores se sientan arropados y puedan desempeñarse con mayor soltura. “Allá sentimos apoyo desde que pisamos el estadio”, habría expresado, contrastando esa sensación con el juicio severo que perciben en México cuando el marcador no acompaña.
Para muchos dentro del entorno del Tri, la respuesta parece inclinarse hacia el sí. Entre estadios llenos, una afición volcada y un entorno menos hostil, el futbolista encuentra un escenario emocionalmente favorable. Sin embargo, también existe la contraparte: la necesidad de reconectar con el público mexicano y reconstruir una relación desgastada por la exigencia y los resultados recientes.
Mientras la Selección continúa su preparación rumbo a próximos compromisos, el sentimiento expresado por el delantero vuelve a poner sobre la mesa un tema sensible: el vínculo entre el equipo y su afición en casa, y los retos que implica recuperarlo.
