
Alejandro Arredondo cuenta su extraordinaria historia en el Festival de las Ideas
Yass Guevara

Puebla, Pue.- En otra charla conmovedora del Festival de las Ideas, el arquitecto mexicano Alejandro Arredondo, compartió su extraordinaria historia de esfuerzo, migración y vocación, que lo llevó a convertirse en el único arquitecto latinoamericano que participó en la restauración de uno de los monumentos más emblemáticos del mundo, la Catedral de Notre Dame, en París. Su relato, lleno de humildad y orgullo, arrancó aplausos y miradas de asombro del público.
Originario de Coacalco, Estado de México, egresado del Tecnológico de Monterrey, Arredondo relató cómo su pasión por la arquitectura lo llevó a especializarse en modelos digitales para la construcción en Madrid, y luego a mudarse a París en 2017 junto con su esposa, persiguiendo una oportunidad profesional que en ese momento parecía incierta. “Jamás imaginé que años después estaría trabajando en Notre Dame”, confesó visiblemente emocionado.
El arquitecto mexicano Alejandro Arredondo narra en el @FDIdeas cómo es que se convirtió en el único latinoamericano que participó en la remodelación de la emblemática catedral de Notredame, en #París, #Francia🇫🇷. #Puebla #TribunaNoticias #FDIPuebla2025 pic.twitter.com/LjeOOkegjN
— Tribuna Noticias (@NoticiasTribuna) May 30, 2025
La vida le cambió en 2019, cuando el devastador incendio de la Catedral conmocionó al mundo. En ese momento, Arredondo ya formaba parte del equipo de la firma francesa Art Graphique et Patrimoine, especializada en la preservación del patrimonio histórico. Gracias a su experiencia enBuilding Information Modeling (BIM), él y su equipo fueron seleccionados para crear la maqueta digital de Notre Dame, usando escaneos 3D, drones y tecnología de nube de puntos. “Fue el reto más importante de mi vida, no solo profesional, sino también humano”, afirmó.

Más allá del reconocimiento técnico, que incluye ser galardonado como BIM Influencer en 2022-2023, Arredondo compartió la carga emocional de intervenir en un sitio sagrado para millones de personas. “Cada piedra tiene una historia, cada arco una fe. No estábamos solo reconstruyendo un edificio, estábamos ayudando a sanar una herida de la humanidad”, dijo conmovido. Su trabajo permitió preservar la precisión arquitectónica del templo medieval y sentó las bases para su reconstrucción.
Actualmente, Arredondo sigue colaborando con la firma francesa y también imparte clases en la Universidad de la Sorbona, donde forma a las nuevas generaciones de arquitectos con una visión de futuro y respeto por el pasado. “Vengo de Coacalco y estoy aquí. Si algo aprendí, es que cuando la vocación te llama, no importa de dónde vienes, sino hasta dónde estás dispuesto a llegar”, concluyó. Su participación fue un recordatorio poderoso de que el talento latinoamericano puede dejar huella en el patrimonio cultural del mundo.