Asesinan al estilista de Ángela Aguilar, Miguel de la Mora en Polanco, CDMX
El mundo de la moda y el espectáculo en México amaneció sacudido. Miguel de la Mora, estilista de celebridades y empresario de apenas 28 años, fue asesinado la noche del lunes afuera de su exclusivo salón en Masaryk, Polanco. Dos sujetos en motocicleta lo atacaron directamente a balazos. Así, de golpe, se apagó la carrera de un joven que había construido un pequeño imperio de belleza en México y Brasil, especializado en extensiones capilares.
DENUNCIÓ AMENAZAS en @FiscaliaCDMX …y lo MATARON en POLANCO
Miguel Ángel de La Mora MickyHair, había denunciado a Eduardo E.
Este documento revela q el tipo tenía prohibido “intimidarlo o molestarlo”, so pena de multa.
No sirvió.
Lo mataron afuera de su salón en @AlcaldiaMHmx pic.twitter.com/OxxySqUMIj— Carlos Jiménez (@c4jimenez) September 30, 2025
La noticia trascendió más allá del ámbito policiaco porque De la Mora trabajaba con figuras de alto perfil como Ángela Aguilar, Kenia Os y Priscila Escoto. Justamente su nombre comenzó a circular en redes por haber sido el responsable de las extensiones que lució Ángela en medio de la polémica mediática.
El periodista Carlos Jiménez, conocido como C4, difundió imágenes de la víctima minutos después del ataque. La Secretaría de Seguridad Ciudadana confirmó que se trata de un ataque directo y ya abrió una investigación.
Miguel de la Mora, ‘Micky Hair’, famoso estilista de Ángela Aguilar, fue asesinado en su salón de Polanco. ¿Homicidio directo? Aquí te explico el ángulo penal. #Polanco #MickyHair #ÁngelaAguilar #DerechoPenal pic.twitter.com/XppI32iQXz
— Irving Regino (@IrvingRegino) September 30, 2025
Lo que añade intriga es un antecedente: el estilista había denunciado amenazas en la Fiscalía capitalina contra un hombre identificado como Eduardo E. Existía incluso una orden para que este individuo dejara de molestarlo. El documento fue expedido apenas el 9 de septiembre. Tres semanas después, Miguel fue ejecutado en la calle más cara de la Ciudad de México. Coincidencia, dirán algunos. Yo no lo creo.
