EspectáculosMúsica

Chuck Mangione: Un último solo en el crepúsculo americano

24 julio, 2025 4:35 pm



Chuck Mangione ha muerto. Se fue entre sueños, en su guarida de Rochester, Nueva York, el 22 de julio de 2025. Ochenta y cuatro vueltas al sol. Murió como se debe morir: sin hacer ruido, sin discursos, sin sangre en las paredes. Y sin dejar de sonar.

De qué murió Chuck Mangione? Esto se sabe sobre el músico de 'Feels So Good'

Un fliscorno. ¿Quién demonios toca un fliscorno en pleno siglo XX y lo hace sonar como un rayo de sol filtrado por una persiana rota? Chuck lo hizo. Lo hizo con esa sonrisa de vendedor de almas y ese sombrero marrón que parecía sacado de un episodio perdido de Twilight Zone. Y su sonido… Ah, Feels So Good. El título no miente. Era pornografía para los sentidos de una nación que buscaba consuelo entre el ruido blanco de la guerra y los supermercados.

Mangione fue más que un músico. Fue una anomalía. Un cometa de jazz suave que entró por la puerta trasera del mainstream y se acomodó, sin pedir permiso, en el corazón de América. Y lo hizo con melodías que no sabían de fronteras. “Children of Sanchez” y “Bellavia” —dedicadas a su madre, por el amor de Dios, como si la ternura no fuera un arma peligrosa en manos de un hombre que había pasado por las fauces de Art Blakey y los Jazz Messengers.

Fun And Games - Chuck Mangione | Deezer

Dicen que grabó más de 30 discos. ¿A quién le importa la cifra exacta? Cada uno era una cápsula de tiempo, una evidencia de que el alma puede hablar sin necesidad de palabras. Chuck hablaba con notas, con silencios, con respiraciones entre compases.

El tipo se paseó por los Juegos Olímpicos de 1980 como un predicador de otro evangelio. Tocó Give It All You Got como si estuviera exorcizando a una nación cansada de sí misma. Y luego lo pusieron en una caricatura —King of the Hill— donde su personaje vendía mercancía barata en Mega Lo Mart. Un músico convertido en holograma de sí mismo. Bienvenidos al siglo XXI.

Chuck Mangione Quartet (Vinyl) [Importado]: Amazon.com.mx: Música

Se fue con dos premios Grammy, una nominación al Globo de Oro, un espacio en el Smithsonian y la devoción de millones que no sabían pronunciar “fiscorno” pero tarareaban sus canciones en el tráfico, en el insomnio, en el dentista.

Lo que queda ahora es el eco. La radio a medianoche que repite “Feels So Good” como un mantra perdido. La promesa de que, al menos por tres minutos y treinta y ocho segundos, el mundo fue un lugar más amable.

Mangione no se apagó. Se convirtió en frecuencia. Y desde algún lugar más allá de las ondas, sigue soplando notas dulces para los que todavía tienen oídos. Para los que aún resisten. Para los que saben que, incluso entre ruinas, sigue habiendo música.





Relacionados

Back to top button