Científicos llegan en Brasil al árbol más alto de la Amazonía
AFP
Después de tres años de planificación, cinco expediciones y una caminata de dos semanas a través de la jungla, un equipo de científicos alcanzó el árbol más alto jamás encontrado en la selva amazónica, un espécimen imponente del tamaño de un edificio de 25 pisos.
Uno de los integrantes de esta expedición de 19 miembros fue mordida por lo que el médico del equipo cree que era una araña venenosa. Pero valió la pena, dice el ingeniero forestal Diego Armando Silva de la Universidad Federal de Amapá, quien ayudó a organizar el viaje.
“Fue una de las cosas más hermosas que he visto. Simplemente divino”, dijo Silva, de 33 años. “Estás en medio de este bosque donde la humanidad nunca antes había pisado, con una naturaleza absolutamente exuberante”.
Después de acampar bajo el enorme árbol, el grupo recolectó hojas, tierra y otras muestras, que ahora serán analizadas para estudiar cuestiones como la edad del árbol (al menos entre 400 y 600 años, estima Silva) y saber por qué la región tiene tantos árboles gigantes y cuánto carbono almacenan.
Cerca de la mitad del peso de los árboles gigantes es carbono absorbido de la atmósfera, algo fundamental para ayudar a frenar el cambio climático, dice Silva.
Pero a pesar de su lejanía, los gigantes de la región están bajo amenaza.
La madera de angelim vermelho es muy apreciada por los madereros, y la reserva de Iratapuru está siendo invadida por mineros de oro ilegales, famosos por provocar la destrucción ecológica, dice Jakeline Pereira, del grupo ecologista Imazon, que ayudó a organizar la expedición.
“Estábamos muy emocionados de hacer este hallazgo”, dice Pereira. “Es muy importante en un momento en que la Amazonía se enfrenta a niveles de deforestación tan aterradores”.
En los últimos tres años, la deforestación anual promedio en la Amazonía brasileña aumentó un 75% respecto a la década anterior.