Cómo el plan de infraestructura de Biden aborda la crisis climática
Washington, Estados Unidos.- No es coincidencia que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, eligiera Pittsburgh, una ciudad industrial, para presentar su plan de infraestructura verde de 2 billones de dólares, una jugada audaz cuando muchos temen que la lucha contra el cambio climático acabe con las fábricas.
El vasto proyecto busca cumplir dos promesas emblemáticas del mandatario demócrata: reducir los niveles de contaminación en el sector energético estadounidense a cero para 2035 y que la economía del país logre la neutralidad de carbono para 2050.
– Energía verde –
Biden apuesta a la energía verde. Para eso, solicitó al Congreso 100.000 millones de dólares para invertir en la red nacional y cambiar a una energía más limpia, así como una extensión de 10 años de los créditos fiscales para generación y almacenamiento renovables.
El crédito fiscal para la energía eólica y solar ha tenido bastante éxito en la creación y el desarrollo de una inversión a gran escala”, dijo a la AFP Dan Lashof, presidente de la ONG World Resources Institute, saludando esta iniciativa.
El plan pide 15.000 millones de dólares para generar proyectos innovadores, como la captura y almacenamiento de carbono y la producción de electricidad a partir de energía eólica o nuclear.
También prevé un “Acelerador de sostenibilidad y energía limpia” de 27.000 millones de dólares, en otras palabras, un banco verde para movilizar la inversión privada.
Lindsey Walters, experta en clima del grupo Third Way, acogió con agrado la idea de introducir un Estándar Nacional de Energía Limpia para generar producción renovable y nuevos empleos.
Se están fijando regulaciones inteligentes que proporcionan una demanda de mercado a largo plazo de tecnologías de energía limpia”, dijo a la AFP.
La asesora nacional sobre clima de la Casa Blanca, Gina McCarthy, también destacó esta medida durante una llamada con periodistas el jueves.
“Creemos que es uno de los mejores métodos para obtener las reducciones que buscamos”, dijo.
– Vehículos eléctricos –
El otro aspecto ecológico importante del paquete es una llamativa inversión de 174.000 millones de dólares “para ganar el mercado de los vehículos eléctricos”, donde Estados Unidos tiene actualmente un tercio de la cuota de mercado de China.
Esto incluye incentivos para crear una red de 500.000 cargadores de vehículos eléctricos para 2030.
Los fondos también se usarían para estimular las cadenas de suministro nacionales de materias primas y piezas, y para ayudar a las fábricas a reacondicionarse para producir tanto los vehículos como las baterías.
El plan proyecta reemplazar unos 50.000 vehículos diésel, y electrificar al menos una quinta parte de la red de autobuses escolares amarillos.
– La opinión de los expertos –
En su mayor parte, los expertos consultados por AFP ven con buenos ojos la propuesta.
El científico de la Universidad de California en Berkeley, Amol Phadke, autor del destacado “Informe 2035” sobre la transición de la energía, dijo: “La energía y el transporte están [entre] los sectores más importantes para la mitigación del clima y este plan es legítimamente ambicioso en esos sectores”.
Pero algunos ambientalistas creen que Estados Unidos debería gastar más.
Denali Sai, portavoz de la ONG 350.org, reconoció que el plan supone cinco veces el monto gastado por el expresidente Barack Obama en su paquete de recuperación económica de 2009.
Pero este gasto sigue siendo demasiado pequeño para enfrentar la crisis climática a gran escala y se necesitará mucho más para descarbonizar completamente la economía de Estados Unidos”, apuntó.
El grupo es escéptico sobre financiar la tecnología de captura de carbono, que cree que representa un pase libre para la industria de los combustibles fósiles.
Otra crítica es que Estados Unidos no ha dicho que seguirá el ejemplo de varios países que anunciaron una eliminación gradual de nuevos vehículos que funcionen con combustibles fósiles.
– Batalla política en vista –
El gobierno insiste en que todas estas inversiones generarán empleos bien remunerados. Pero las negociaciones en el Congreso, donde Biden tiene mayorías estrechas, se anticipan muy difíciles.
El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, prometió el jueves que los republicanos se opondrían al plan debido a los aumentos de impuestos que requiere, frustrando las esperanzas de Biden de obtener apoyo bipartidista.
Aunque la mayoría de los proyectos de ley requieren 60 votos del Senado para aprobarse, es posible adoptar algunos con una mayoría simple de 51, algo que los demócratas tienen, a través de ciertos procedimientos legislativos.
Pero eso aún requerirá la aceptación de los demócratas moderados más conservadores desde el punto de vista fiscal.
Ali Zaidi, asesor climático adjunto de la Casa Blanca, destacó el precio de no hacer nada, ennumerando 22 desastres meteorológicos extremos y relacionados con el clima el año pasado, cada uno de los cuales superó los mil millones de dólares en costos.
Cada año que nos retrasamos, estamos hablando de otros países que se adelantan para aprovechar la ventaja competitiva en estas industrias increíblemente importantes del futuro”, dijo a los periodistas.