
David Becerra
Se acerca el Día de la Virgen, y Puebla se ha convertido tradicionalmente en un paso obligatorio para llegar a la Basílica de Guadalupe en la CDMX. Esto se hace notar desde casi una semana antes, con decenas de peregrinos en grupos. Los primeros en dejarse ver son los que van a pie, pues tardarán más tiempo en llegar, y conforme se aproxima el 12 de diciembre, se observan peregrinos corriendo en relevos, en bicicleta o en grupos de motociclistas.
Tal es el caso de don Teo, quien viaja en bicicleta con un grupo, escoltado por camiones torton. Ellos salieron a primera hora de la madrugada de este martes desde Cuapiaxtla, y nada les ha impedido mantener un paso constante para lograr su meta: llegar en aproximadamente 20 horas a su destino.
“Primero Dios, al ratito en la nochecita, porque voy para pedirle por mi hija, que tiene 6 años.”
Así, con distintas mandas, es como recorren el sinuoso camino: por la madrugada, enfrentando fríos invernales, y por el día, soportando un sol que más que calentar, quema la piel y provoca deshidratación rápidamente. Sin embargo, esto no impide que, año tras año, estas personas realicen su peregrinación, a pesar de todos los peligros.
“Sí, año con año, con mucha fe y devoción hacia la Villita, a ver a la Virgencita.”
“Y así le vamos a seguir, hasta que la Virgencita nos preste vida.”
Por lo tanto, en estos días, al ver a los peregrinos, nosotros como automovilistas debemos tomar conciencia de la realidad que ellos viven y prevenir incidentes, respetando su paso.