Conoce a Hidu, el perro que atrapó a un pedófilo en México
Redacción.- A través de un químico utilizado en USB, Hidu detectó y cooperó en la detención de Nelson “N”, acusado de pornografía infantil.
Hidu es un labrador negro que había sido entrenado por Todd Jordan en su academia Jordan Detection K9 en Indianápolis, Indiana.
Todo comenzó cuando Free a Girl, grupo holandés que lucha contra la trata de personas, avisó que Nelson “N”, un hombre que defendía tener relaciones sexuales con niños, huyó a México.
El sospechoso se refugió en la Ciudad de México, esperando que las leyes mexicanas permitieran seguir comiendo su hecho ilícito.
Sin embargo, el gobierno mexicano se unió a las organizaciones no gubernamentales para hacer caer a Nelson “N” en una trampa.
“Pudimos confirmar que estaba en México y luego hablar con él en diferentes salas de chat. Nos dijo: ‘Estoy en una zona muy peligrosa. No quiero darles mi dirección. No quiero que vengan a verme, pero pueden venir a verme a una gasolinera’”, relató Matt Osborne, director de operaciones globales del grupo.
Por lo que fue detenido el 5 de junio en una estación de autobuses, cerca de un gasolinera en CENTRAM Chapultepec.
El problema fue que, al ser detenido en una zona pública, Nelson “N”, no portaba el material de abuso sexual a menores, por lo que no se le podía imputar el delito.
Después de detectar que El Alto era una zona donde se veía constantemente a Nelson “N”, obtuvieron una órden de cateo y fue donde Hidu comenzó su trabajo.
El óxido de trifenilfosfina es una sustancia química que se utiliza en pequeños dispositivos de memoria de estado sólido para evitar el sobrecalentamiento.
Hidu era nuevo en el trabajo; se había graduado apenas dos semanas antes y este era su primer caso, sin embargo, logró encontrar el material pornografía pegado a una pared.
“El perro olfateó un par de discos duros en algunos lugares de su departamento [en la Gustavo A. Madero] que eran difíciles de encontrar para los humanos, pero el perro los olfateó”.
Se obtuvieron 4 discos y dispositivos contenían unos 4 terabytes de material de abuso sexual infantil.
