Dar a luz, un riesgo mortal en Afganistán
Redacción Tribuna
Bajo el cielo azul de Gardez, en el este de Afganistán, una autoridad de los talibanes preside la inauguración de una maternidad ante un público compuesto exclusivamente por hombres, pese a que esta clínica está gestionada por mujeres y solo atiende a mujeres.
“No hay clínicas de este tipo en la mayoría de las provincias. Se respetan tanto los principios de la sharía (ley islámica) como de la medicina”, afirma satisfecho Jair Mohamad Mansoor, director de Salud de la provincia de Paktiyá, cuya capital es Gardez.
El centro, inaugurado por la oenegé Norwegian Afghanistan Committee (NAC) en esta pequeña ciudad, ayudará a “muchas de nuestras hermanas que viven en zonas aisladas“, explica a la AFP su directora, Nasrin Oryajil.
La oenegé noruega abrirá clínicas similares en otras cuatro provincias de Afganistán, un país donde cada dos horas una mujer muere durante el parto, según la ONU.
Las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportan que la mortalidad materna es de 638 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos, frente a 12 en los países de ingresos altos.
Y esta cifra oculta las enormes disparidades entre ciudades y las zonas rurales. “En las zonas remotas, se llega a 5.000 muertes” por cada 100.000 nacimientos, asegura Terje Watterdal, director del NAC.
“Hoy, todavía hay lugares donde los hombres atraviesan las montañas con sus mujeres embarazadas sobre los hombros y ellas mueren antes de llegar a un hospital”, añade.
AFP