Internacional

Denuncia alcalde de Nueva Jersey redadas migrantes sin orden judicial

24 enero, 2025 6:09 pm
Redacción Tribuna

El alcalde de Newark, New Jersey, denunció que agentes de ICE realizaron una redada contra migrantes en un negocio local sin orden judicial el jueves, poco después de que el presidente Donald Trump firmara decretos para frenar la entrada de extranjeros y prometiera deportaciones masivas de ciudadanos irregulares.

Los agentes allanaron un negocio de mariscos en Newark, deteniendo a residentes indocumentados y ciudadanos estadounidenses sin orden judicial, entre ellos un veterano del ejército, según el alcalde Ras Baraka en una conferencia de prensa. Testigos informaron que muchos de los detenidos eran de origen ecuatoriano, una comunidad significativa en la zona.

El alcalde criticó que las detenciones no cumplían con los criterios establecidos por Trump, que se basan en que los indocumentados hayan cometido delitos. “Ninguna de estas personas era violadora de la ley ni delincuente”, afirmó Baraka, calificando la operación como una “violación” de la Constitución.

Newark es una de las ciudades santuario de EE. UU., donde las autoridades limitan su cooperación con el gobierno federal en la aplicación de las leyes de inmigración. Según ICE, 538 inmigrantes han sido detenidos en los primeros días de la presidencia de Trump, y varios centenares han sido deportados en aviones militares, algunos de los cuales aterrizaron en Guatemala.

Baraka, afroestadounidense, expresó su preocupación: “¿Cómo se determina quién es indocumentado o criminal solo con mirarlo? Si permitimos que la gente nos clasifique como criminales por nuestra apariencia, estamos regresando a una época peligrosa en este país, especialmente para personas que se parecen a mí”, dijo.

Amy Torres, directora ejecutiva de la Alianza de Nueva Jersey por la Justicia de los Inmigrantes, comparó la redada con una película de acción: “Estaban fuertemente armados, no hubo aviso previo. Bloquearon las entradas, trepaban rampas de entrega y golpeaban puertas de baños para asegurarse de que nadie se escondiera. Lo más importante, hicieron todo esto sin mostrar ninguna orden judicial”.





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