Desacelera la circulación oceánica antártica antes de lo esperado
Redacción Tribuna
Los cambios provocados por el cambio climático en la circulación de las aguas en los confines más profundos del océano alrededor de la Antártida, que podrían repercutir en todo el planeta e intensificar el calentamiento global, están ocurriendo décadas “antes de lo previsto“, según una nueva investigación.
Los científicos han dicho que se espera que una aceleración del derretimiento del hielo antártico y el aumento de las temperaturas, impulsado por la emisión de gases que calientan el planeta, tenga un efecto significativo en la red global de corrientes oceánicas que transportan nutrientes, oxígeno y carbono.
Esto no solo podría amenazar la vida marina, sino que también corre el riesgo de cambiar el papel crucial del océano en la absorción de dióxido de carbono y calor.
Un estudio anterior que utilizó modelos informáticos sugirió que la “circulación anulada” de las aguas en los tramos más profundos de los océanos se reduciría en un 40 por ciento para 2050 si las emisiones siguen siendo altas.
Pero una nueva investigación publicada el jueves, basada en datos de observación, encontró que este proceso ya se había desacelerado un 30 % entre las décadas de 1990 y 2010.
“Nuestros datos muestran que los impactos del cambio climático se están adelantando“, dijo la autora principal Kathryn Gunn, de la agencia científica australiana CSIRO y la Universidad de Southampton de Gran Bretaña.
Las implicaciones podrían ser significativas, con el océano profundo de la Antártida actuando como una “bomba” clave para la red global de corrientes oceánicas.
“A medida que la circulación oceánica se ralentiza, más dióxido de carbono y calor quedan en la atmósfera, una retroalimentación que acelera el calentamiento global”, dijo Gunn a la AFP.
“De alguna manera, el hecho de que esto esté sucediendo no es sorprendente. Pero el momento sí lo es”.
Gunn dijo anteriormente que había sido difícil comprender los cambios que estaban ocurriendo en la región remota debido a la falta de datos y una serie de desafíos para la investigación científica, desde obtener financiamiento hasta enfrentar condiciones extremas en el mar.
Los autores utilizaron datos de observación recopilados por cientos de científicos durante décadas y luego “llenaron los vacíos” con modelos informáticos.
-AFP