Desafíos económicos en el acceso a la vivienda para jóvenes, IBERO
Pilar Bravo
Tener una vivienda propia siempre ha sido un desafío económico. Las parejas jóvenes que apenas cuentan con uno o dos salarios como ingresos enfrentarán dificultades para acceder a una propiedad, lo que podría tardarles una década en lograrlo.
Hoy, en la Universidad Iberoamericana de Puebla, investigadores del Observatorio de Salarios presentaron un informe sobre la vivienda, donde exponen la realidad a la que se enfrentan los jóvenes al no poder acceder a una vivienda digna debido a los costos excesivos.
En Puebla, los jóvenes tienen menos posibilidades de acceder a una buena vivienda, ya que más del 60 % apenas percibe un salario mínimo mensual que apenas rebasa los cinco mil pesos, según Luis Felipe Suárez Vences.
El acceso a una vivienda digna es un derecho humano que se debe garantizar; sin embargo, lograrlo es una larga escalera de obstáculos, principalmente económicos.
Catedráticos y estudiantes de Economía y Finanzas analizaron la relación entre el acceso a la vivienda y los niveles de salario mínimo, donde encontraron las raíces de la desigualdad que mantiene a millones de mexicanos sin un hogar fijo o en situación de calle.
La Mtra. Mar Estrada Jiménez, coordinadora de la Licenciatura en Economía y Finanzas, remarcó:
“La vivienda es un derecho humano, un lugar donde se configura la vida familiar y personal, y un pilar imprescindible para gozar de una vida digna”.
El Observatorio expuso que los costos de vivienda impactan directamente en los salarios bajos, obligando a las familias a establecerse en espacios reducidos e irregulares que ponen en riesgo su integridad física, mental y económica. Muchas de estas viviendas carecen de las adecuaciones necesarias para contar con un baño o una cocina dignos y salubres.
Los datos lo confirman: en México, 547,489 viviendas no tienen servicio sanitario. Además, un porcentaje significativo de hogares no utiliza gas como combustible en su vida cotidiana; en el Estado de Puebla, el 20.05 % de las viviendas en el medio rural aún cocinan con leña.
Respecto a la tenencia de la vivienda, Arturo Sanmiguel Gómez documentó que el 61.6 % de los hogares son propios, el 15 % son rentados, el 12.2 % son prestados y la denominada vivienda propia que se está pagando corresponde al 7.8 % de los casos.
En Puebla, el costo de la vivienda ha aumentado un 85.65 % desde 2015. Otro dato relevante es que el 50 % de la población joven se concentra en siete estados de la República, entre ellos Puebla.
En las entidades del centro, el 60 % de los jóvenes percibe entre 0 y 1 salario mínimo, mientras que el 30 % recibe entre 1 y 2 salarios mínimos mensuales. Esto refleja la desigualdad que enfrentan los jóvenes trabajadores de nuestro país y la limitada oportunidad que tienen para adquirir una casa.