Redacción Tribuna
Xalitzintla, Puebla.-El motivo de que el Popocatépetl, ha estremecido la tierra y arrojado cenizas y rocas incandescentes, es porque “está enojado”, así lo aseguran habitantes de Xalitzintla, quienes dicen que su estado de ánimo es debido a que en este año no se le puso su ofrenda, “Don Goyo está enojado porque no le pusieron su ofrenda”.
Miles de lugareños ven al coloso de 5.452 metros de altitud como un ser con alma y cuerpo, que se les aparece y tiene nombre y apellido.
Bautizado Popocatépetl (“montaña que echa humo“) en la lengua náhuatl de los aztecas, “Don Goyo” o el “Popo” son los otros apelativos de este monumento natural que encumbra la riquísima tradición oral de México.
Amanece en Xalitzintla, la comunidad más cercana al volcán, y José Marcos, de 77 años, va a trabajar la tierra indiferente a la espesa nube que sale del cráter. Cuenta que de niño la montaña, personificada en un hombre, llegó hasta su casa para pedir un vaso de agua y un taco.
“Le preguntamos: ¿Y usted quién es? Dijo: ¿No me conocen? Yo soy Gregorio Chino Popocatépetl, soy el volcán”, asegura Marcos.
Por eso, el 12 de marzo, día de San Gregorio Magno, se rinde tributo al volcán. Cientos de pobladores de la región llegan hasta el “ombligo“, una saliente a 200 metros del cráter, a ofrendarle platillos típicos, tequila, mezcal, flores y ropas. También le cantan “Las Mañanitas“.
Pero este año, ante el aumento de la actividad del coloso que en 1994 despertó de un letargo de casi siete décadas, las autoridades prohibieron el paso, para disgusto de los pobladores que advirtieron que eso enojaría a “Don Goyo”.
“Habíamos organizado un evento muy bonito para celebrar el cumpleaños del Popocatépetl (…), se hizo poquito más abajo. Ya le hemos pedido a Don Goyo que nos espere al próximo año”, comenta Gumaro Sandre Popoca, alcalde de San Nicolás de Los Ranchos.
-AFP