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El enorme desafío de sanear el río Atoyac (tercera parte)

Tardarían 100 años en limpiar completamente el río, de acuerdo con Francisco Javier Sánchez Ruiz, investigador de la UPAEP

7 octubre, 2024 6:00 am
Liliana Tecpanécatl Suárez

Puebla, México.- La sabiduría popular reza: “No hay mal que dure cien años”. Lamentablemente en términos de contaminación ese refrán está fuera de lugar. En específico en el caso del río Atoyac. Francisco Javier Sánchez Ruiz, investigador de la UPAEP, informó que sanear por completo este cuerpo de agua requerirá de por lo menos, un centenio.

No tendríamos tiempo desde el punto del vista del impacto ambiental, para poder tener una remediación, y decir que en los próximos tres, cuatro, cinco o seis años más a remediar o vamos a recuperar estas dos cuentas es hablar de algo sumamente imposible porque si tardamos cinco años en contaminarla, podríamos tardar hasta 100 años en recuperarla”.

De ese tamaño es el problema. En tanto, las consecuencias de los altos niveles de contaminación del río Atoyac son inmediatas. La cuenca cruza por 70 municipios, 22 de ellos en Puebla, todos considerados en emergencia ambiental. Los daños sin embargo, se extienden a otras localidades.

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Parte del agua del río Atoyac se usa para riego de hortalizas

Ernesto Mangas, investigador de la BUAP, citó como ejemplo Tecamachalco. Municipio de vocación agrícola, con 22 mil hectáreas dedicadas al cultivo de alimentos, que están riesgo, debido a que parte del agua que se utiliza para el riego, proviene del Atoyac.

Parte de estas aguas, llegan a la presa de Valsequillo y desde ahí se riegan las 22 mil hectáreas de la región de Tecamachalco, entonces sí hay una problemática importante”.

Un caso similar ocurre en Izúcar de Matamoros, que tampoco forma parte de la cuenca, pero cuyos sembradíos se riegan con agua del río Nexapa que a su vez, se alimenta del Atoyac. No obstante la situación de mayor riesgo se presenta quizá en la localidad de Santa Ana Xalmimilulco.

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Ubicada en el municipio de Huejotzingo, su población es una de las que más ha resentido la permisividad de las autoridades, respecto de las descargas de agua residuales que muchas empresas realizan de manera ilegal. En la zona se ha detectado bioacumulación de ciertos contaminantes como arsénico, zinc, cadmio, y microplásticos

Sánchez Ruiz y su equipo, apoyados con la inteligencia artificial, realizaron un ejercicio de análisis de datos y proyecciones. Los resultados son devastadores, por decir lo menos. Indican que en 15 años, hasta el 30% de los habitantes de Xalmimilulco, es decir 3 de cada 10, estarán desarrollando leucemia, por estar expuestos a la contaminación del río.

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Con inteligencia artificial se puede prever que en los próximos quince años, el 30% puede tener cáncer, leucemia, de esa comunidad, por estar expuestos directamente a este tipo de contaminantes, entonces sí es preocupante, buscar alternativas para esta comunidad, tendríamos el primer riesgo ambiental latente y que ya no podría ser reversible”.

Contaminación del Atoyac está secando los mantos acuíferos de Puebla

A decir del académico, autoridades locales, estatales y federales, ya tienen conocimiento del estudio. La carrera contra el tiempo ya ha iniciado, sobre todo porque la contaminación que arrastra el Atoyac también está secando los mantos acuíferos en el estado. El agua está acabándose, alertó Ernesto Mangas.

Los mantos acuíferos, tienen también un problema, no sabemos con precisión cuánta agua nos queda sabemos que hay un desajuste, un descenso importante, (…), aunque se monitorean algunos pozos, no existe un monitoreo en conjunto, no sabe cuánta agua nos queda y cuál es la calidad de esa agua”.

Claudia Sheinbaum, presidenta de México, dijo en el primer día de su mandato, que trabajará en el saneamiento del río Atoyac. No es la primera gobernante que hace un anuncio de este tipo. No será la primera tampoco en emprender alguna acción al respecto.

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Pero sí podría convertirse en la primera que diseña y ejecuta un plan integral, que atienda los daños y sobre todo, que los frene. Que las empresas ya no hagan descargas fuera de norma, que los asentamientos urbanos irregulares no tiren sus aguas negras a él. ¿Podrá hacerlo? Tal vez, como dice el dicho: “Con el tiempo y un ganchito”.





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