
El Manga japonés conquista Francia; Museo Guimet expone obras únicas
Los mangas han conquistado los países occidentales desde hace cuatro décadas, pero el cómic japonés es heredero de siglos de folclore y tradiciones bien arraigadas, como lo muestra una exposición en un museo parisino dedicado al arte asiático.

Las historietas japonesas son de una “creatividad impresionante”, afirma Yannick Lintz, presidenta del museo Guimet de París, centrado en el arte asiático, que acoge hasta el 9 de marzo la exposición “Manga, ¡todo un arte!”.
Para ilustrarlo, el museo, situado cerca de la Torre Eiffel, decidió mezclar muestras de mangas famosos –desde “Astro Boy” hasta “One Piece”, pasando por “Naruto”-– con budas, espadas ninja y máscaras del teatro Nō.

Con esta puesta en escena creativa y dinámica, el museo quiere atraer a los jóvenes y no solo a los especialistas en Asia, los visitantes habituales del establecimiento, explica Lintz.
Los jóvenes son los principales lectores de manga –un termino compuesto por los ideogramas “man” (espontáneo) y “ga” (dibujo)–, una temática que luego se declina en series, animes, videojuegos o figuras.
La muestra traza los orígenes de esta técnica, hacia finales del siglo XIX, cuando a través de los intercambios entre Occidente y Japón se introdujeron los dibujos satíricos y humorísticos en el archipiélago.
Los artistas japoneses se apropiaron de esta tradición gráfica europea adaptándola a la cultura local, con el “kamishibai” (teatro de papel) o la mitología nipona.








