Elaboración de mosquetones, distintivo del carnaval de Huejotzingo
Liliana Tecpanécatl
De profesión, es contador público. De oficio, carpintero. De herencia, es artesano. Don Fernando Montes se dedica a la elaboración de mosquetones, los rifles que se utilizan en el carnaval de huehues de Huejotzingo, el tercero más importante del país y América latina.
En cada temporada, llega a realizar hasta 50 rifles, cuyo precio oscila entre los 7 mil y hasta los 15 mil pesos y los hace por encargo de sus vecinos. Sin embargo, todo el año tiene solicitudes que llegan de danzantes que radican en Nueva York, Nueva Jersey, California o Washington, en los Estados Unidos.
“Así como dar una cifra exacta de cuántos hacemos cada año, pues podría variar, pero yo creo que sí le llegamos a unos cien, en Estados Unidos el mercado es grande, muy fuerte afortunadamente, calculamos que unos 40, 50 rifles mandamos para allá, con toda la seguridad porque allá el permiso es muy restringido y en los lugares que logran hacer detonaciones les miden la carga”.
Fernando tarda entre dos y tres días en realizar cada rifle y la parte más delicada es el tallado. Los mosquetones que salen de su taller van adornados en la empuñadura con elegantes zacapoaxtlas, dragones multicolores o vistosos penachos.
Pero no solo se esmera en la belleza de las piezas. Uno de los aspectos más importantes de su trabajo, radica en elaborar rifles seguros, pues el uso de la pólvora siempre implica un riesgo y si se considera que durante el carnaval los danzantes acostumbran ingerir alcohol, la amenaza aumenta.
“En la fabricación de los mosquetones nosotros trabajamos con personas muy preparadas en el aspecto de la seguridad, el tubo con el que se hace la detonación y el mortero lo compramos en empresas certificadas, en empresas que nos dan todas las garantías, no son tubos de alta presión, son tubos de cédula 160, acero al carbón, que ya no tienen costura, no tienen una unión por donde se caliente y pueda abrirse”.
Fernando es también danzante y lamenta que algunos accidentes aislados, terminen por ensombrecer la fiesta. Sobre todo, porque no se imagina la celebración sin detonaciones. El uso de mosquetes, es lo que distingue al carnaval de Huejotzingo de todas las demás fiestas de su tipo.
“Hay gente que quiere seguir la fiesta y pues no, ya son cuestiones personales, imprudencias, porque ya salen ahí problemas hasta familiares, de herencias, de rivalidades y pues con algunos tragos encimas pues ya se envalentonan y empiezan a hacer cosas que hablan mal de la fiesta”.
El taller de rifles para carnaval Fernando Montes, ha enviado incluso algunos de sus mosquetones a Casa Puebla en Nueva York en donde hace dos años se montó una exposición especial sobre el Carnaval de Huejotzingo que es Patrimonio Cultural del estado, y su gran orgullo.