Redacción.- Agricultores y ecologistas se manifestaron sucesivamente en las calles de Berlín el viernes y este sábado, signo de las tensiones entre un mundo campesino en crisis y una opinión pública alemana cada vez más sensible a las cuestiones medioambientales.
Los carteles instalados el viernes en los tractores ilustraban la ira de los manifestantes:
“Recuerden que la agricultura nos alimenta”, “agricultores arruinados, alimentos importados”, “no hacen nada, pero lo saben mejor que nosotros”.
En un ambiente tenso, este encuentro precedió al que reunió este sábado en la Puerta de Brandeburgo y en el centro de Berlín a unas 27 mil personas, según los organizadores, para reclamar un “cambio del modelo agrícola” tras la llamada del colectivo ecologista “Wir haben es Satt” (¡Estamos hartos!).
Los dos eventos se celebran con motivo de la “Grüne Woche”, 85ª Feria de la Agricultura alemana, que reúne a los agricultores de todo el país desde el viernes.
“Wir haben es Satt” pide una “reforma de la política agrícola” en favor de las “pequeñas explotaciones”, la “protección de los suelos”, la “biodiversidad” y el “bienestar animal”, explica a la AFP Saskia Richartz, portavoz del colectivo.
“Esta gente no tiene nada que ver con la agricultura”, comenta por su parte Mark, de 22 años, joven agricultor del norte de Brandeburgo.