En conmemoración de los fieles Difuntos la Catedral abre al público la Cripta de los Obispos
Liliana Tecpanecatl
Como ya es tradición, este 2 de noviembre en la Catedral Metropolitana se abrieron al público en general, las puertas de la Cripta de los Obispos, para pedir por el eterno descanso de quienes fueron los pastores de la Iglesia en Puebla.
Desde temprana hora, decenas de turistas realizaron el recorrido por este lugar que se encuentra justo debajo del ciprés del Altar Mayor, en donde reposan los restos mortales de 13 de los 35 obispos y 6 arzobispos difuntos que han estado al frente de la arquidiócesis.
Fue el beato Juan de Palafox y Mendoza quien ordenó el traslado de los restos de sus predecesores a esta cripta, después de que él mismo reiniciara los trabajos de construcción de la Catedral y la consagrara en 1649.
En el marco de la celebración de los Fieles Difuntos de este 2 de noviembre, la iglesia católica recordó la importancia de orar por quienes han abandonado el mundo terrenal, para que alcancen la salvación y ganen un lugar en el cielo.
Entre los obispos sepultados en la Cripta de Catedral se encuentran: Fray Julián Garcés, Don Octaviano Márquez y Toriz y Mons. Rosendo Huesca Pacheco, octavo Arzobispo de Puebla, aunque no es el único lugar dentro del inmueble, en donde descansan los restos de los líderes de la iglesia.
Por ejemplo, en el caso de Don Francisco Pablo Vázquez Vizcaíno, que se encuentra sepultado a los pies del altar de san José con la leyenda “fieles, rogad por mí, pecador”, mientras que los restos del venerable Ramón Ibarra y González, descansan en la Capilla de Ntra. Sra. de Guadalupe.