
Tribuna Deportes
El Estadio Cuauhtémoc será el escenario de un duelo con olor a liguilla entre Pumas y Cruz Azul, dos equipos con realidades contrastantes pero la misma urgencia: cerrar la fase regular con un golpe de autoridad.
Pumas llega a este encuentro tratando de recuperar estabilidad. Su campaña ha sido irregular, combinando buenas actuaciones en casa con tropiezos que los han complicado en la tabla. El técnico sabe que este duelo podría definir si llegan con ventaja o presión al cierre del torneo, por lo que buscarán imponer intensidad desde el arranque. La clave para los universitarios será la contundencia en el último tercio y mantener equilibrio defensivo frente a un ataque celeste que no perdona errores.
Del otro lado, Cruz Azul vive un momento distinto. Los celestes han encontrado solidez en su funcionamiento colectivo y vienen mostrando una idea de juego clara: presión alta, salida rápida y dominio desde el mediocampo. Aunque ya tienen el boleto a la siguiente fase prácticamente asegurado, no quieren aflojar; cerrar fuerte significa mantener ritmo competitivo y, de paso, enviar un mensaje al resto de los contendientes.
El historial reciente entre ambos equipos añade un toque extra de morbo: cada encuentro ha sido intenso, cerrado y con finales dramáticos. La diferencia podría pasar por el manejo de los detalles —una pelota parada o un error defensivo pueden inclinar la balanza.








