Este 8M conoce la vida de Reyna Rueda Cocone

“Es lo más difícil ver a un hijo así y que no entienda, eso es lo más difícil, como mujer y como madre, porque he sido papá y mamá, no sabes cómo hablarle, qué le digo para que me entienda, cómo le explico que se va a morir”.

La emoción rebasa a Reyna. Sus ojos con lágrimas ven a la cámara y recuerda el tiempo que su hijo fue adicto a las drogas y al alcohol, una de las situaciones más complicadas a las que ha tenido que enfrentarse en la vida. Reyna Rueda Cocone tiene 58 años de edad, es costurera.

Vive en San Matías Cocoyotla, uno de los pueblos más grandes de San Pedro Cholula, tierra de músicos y ladrilleros, en donde el tiempo no ha alcanzado para pavimentar sus calles, pero sí para que lleguen la “piedra”y el “crack”.

Una demarcación de arraigadas costumbres religiosas en donde los términos feminismo, aborto legal y seguro, empoderamiento e incluso salud reproductiva son poco conocidos. En donde la migración separa a las familias, en donde la violencia intrafamiliar es un fenómeno frecuente y hasta normal.

“Soy madre soltera, no congenia uno y pues ni modo, yo si nunca me ha gustado que me peguen, yo si soy enemiga de los golpes, aquí estamos en pueblo y eso se ve a menudo, pero yo a mí me da un coraje, que sean tan dejadas, de que se dejen pegar, yo por eso me dejé de mi marido”.

Así, negándose a una vida de violencia Reyna se volvió proveedora y cuidadora  a la vez. Hoy se pregunta, si lo hubiera hecho mejor en pareja. Y es que la drogadicción de su primogénito no ha sido la única dificultad grave a la que se ha enfrentado.

Su otra hija, se embarazó cuando tenía solo 14 años de edad, de un hombre de 23. Un fenómeno que también es común en las comunidades rurales en donde no se habla de estupro, sino de usos y costumbres. Reyna lloró mares cuando su niña se fue.

Mucho más cuando supo las intenciones de su pareja de llevársela a los Estados Unidos. Reyna recordó todas las historias de las chicas del pueblo que “se perdieron” rumbo a país del norte. Entonces sí, amenazó a su yerno con demandarlo si sacaba a su hija de México.

“Tú que haces eso de irte y yo te demando por violación, tú dices, y no se la llevó, pero sí se la quería llevar, un tío me dijo no dejes que se la lleven o se la van a quitar, mi hija no era fea en ese tiempo, estaba bonita, niña, me dijo, si se la lleva se la van a quitar y después no vas a saber ni donde esté”.

La hija volvió al hogar materno siete años y tres hijos después. El hijo, enfermo por las adicciones del pasado, también vive ahí con su esposa y dos niños. Reyna sigue siendo la proveedora principal de ambos y  ahora de sus nietos. En este escenario la encuentra este Día de la Mujer.

“En especial para mí, nomás es un fecha, porque en sí el día de la mujer es todos los días, porque todos los días luchamos, todos los días sacrificamos algo, diario, diario, diario, es todos los días, d de lunes a domingo y desde que te amaneces hasta que te acuestas”.