¡Descansa en paz, mister! El fútbol mexicano está de luto tras la partida de Leo Beenhakker, el histórico entrenador neerlandés que dejó “una huella importante en el balompié” al transformar al Club América en un equipo “ganador y goleador” durante la década de los 90.
Asimismo, el ex-entrenador del Ajax y Real Madrid tuvo una segunda etapa con las Águilas entre 2003 y 2004, donde se encargó de “consolidar a nuevos jugadores en el equipo”, incluyendo al arquero mexicano Guillermo Ochoa, a quien guarda “con mucho cariño en su memoria”.
En su cuenta oficial de X, el aún arquero de la Selección Mexicana compartió un emotivo mensaje para despedir a la persona que “le brindó la oportunidad de debutar como jugador profesional en 2004”, a los 18 años, y que jugó un papel clave en el desarrollo de su carrera.
Hoy se fue alguien muy importante en mi vida… me duele el alma.
Gracias, míster Leo Beenhakker, por confiar en mí cuando apenas comenzaba, por darme la oportunidad de debutar y por apoyarme en mis primeros pasos como profesional.
Tu visión, tu experiencia y tu confianza… pic.twitter.com/O3Gk7uo3ic
— Guillermo Ochoa (@yosoy8a) April 10, 2025
Fue el 15 de febrero de ese mismo año cuando Beenhakker alineó a Ochoa para el partido contra Monterrey en el Estadio Azteca, correspondiente a la Jornada 5 del Clausura 2004 de la Primera División de México, debido a la lesión que sufrió el reconocido arquero Adolfo Ríos.
El partido terminó con victoria para el América (3-2) y a partir de la confianza brindada por Don Leo, el originario de Guadalajara comenzó a consolidarse como figura y leyenda del equipo de Coapa, donde vivió “dos grandes etapas”: de 2004 a 2011, y luego de 2019 a 2022.
Tras disputar un total de 357 partidos con los azulcremas, tuvo la oportunidad de jugar en Europa entre 2011 y 2019 con el Ajaccio, Málaga, Granada y Standard Liege. Posteriormente, regresó a Europa en 2023 para unirse al Salernitana y, actualmente, juega para el AVS de Portugal.
