Henley toma liderato del Abierto de EEUU, Cabrera segundo y Mickelson tropieza
El estadounidense Russell Henley ocupaba la primera posición del Abierto de golf de Estados Unidos y el español Rafa Cabrera Bello la segunda durante la ronda inaugural del jueves, en la que Phil Mickelson prácticamente dijo adiós al sueño de completar un Grand Slam de carrera.
Numerosos favoritos como el estadounidense Bryson DeChambeau, defensor del título; su compatriota Dustin Johnson, número uno del golf mundial, y el español Jon Rahm, tercero, apenas iniciaban sus primeros hoyos en el campo de Torrey Pines (San Diego, California).
A media jornada el liderazgo lo ocupaba Russell Henley, 63 del ranking mundial, que firmó una primera tarjeta de 67 golpes, cuatro bajo par.
Henley, que no ha ganado un título de PGA desde el Abierto de Houston de 2017, logró seis birdies y cometió dos bogey en su recorrido.
“En el último año he jugado el golf más consistente de mi carrera. Siento que tengo un juego más completo”, declaró Henley.
“Pero nunca he terminado entre los 10 primeros en un ‘Major’. Quiero jugar mejor en estos torneos. Me siento bien”, afirmó el golfista, de 32 años.
El español Cabrera Bello, número 139 del mundo, y el italiano Francesco Molinari, campeón del Abierto Británico de 2018, compartían la segunda plaza con 68 golpes.
Cabrera Bello, de 37 años, tuvo una sobría actuación en la que no cometió ningún bogey y sumó un birdie y un espectacular eagle de 60 pies (18 metros) en el hoyo 18.
El cuarto lugar de la tabla lo compartían los estadounidenses Brooks Koepka y Xander Schauffele.
Koepka, que persigue su tercera corona del Abierto de EEUU, terminó con cuatro birdies y dos bogeys.
– Mickelson se estrella en casa –
La gran decepción de la jornada fue Mickelson, héroe local en su natal San Diego, que se volvió a estrellar contra su torneo maldito, el único Grand Slam que falta en su nutrida vitrina.
Un día después de su 51º cumpleaños, el estadounidense acabó con una tarjeta de 75 golpes, cuatro sobre par, que le mantenía en el lejano puesto 96.
‘Lefty’ soñaba con una segunda victoria histórica, tras convertirse el mes pasado en el ganador más veterano de un Grand Slam con su triunfo en el Campeonato de la PGA, sexto ‘Major’ de su palmarés.
Este jueves, vio esfumarse gran parte de sus opciones nada más arrancar, tropezando con tres bogeys en los primeros seis hoyos.
Mickelson consiguió un birdie con el que recuperaba terreno pero terminó el recorrido con otros dos bogeys en los últimos cuatro hoyos.
“He luchado mucho, he hecho muchos putts cortos para mantenerme dentro pero luego he acabado haciendo bogeys en el seis y el siete”, lamentó. “Estoy un poco decepcionado por eso”.
Una victoria en Torrey Pines metería a Mickelson en el selecto grupo de golfistas que han conquistado todos los Grand Slam, que incluye a Tiger Woods, Jack Nicklaus, Ben Hogan, Gary Player y Gene Sarazen.
Sin embargo, el Abierto de Estados Unidos le ha sido siempre esquivo al punto de que ha terminado en el segundo lugar en un récord de seis ediciones.
– Liderato de la PGA en juego –
Entre los favoritos que arrancaron más tarde, Jon Rahm sumaba un birdie y un bogey en sus dos primeros hoyos mientras Dustin Johnson los selló en par, ambos compartiendo el puesto 19.
DeChambeau caía hasta el lugar 50 con dos bogeys y un birdie en los cuatro primeros hoyos.
Además del título, en Torrey Pines también puede estar en juego la lucha por el liderato del ránking mundial.
Johnson, campeón del Masters de Augusta de 2020, podría verse superado si el número dos, Justin Thomas, o Rahm alzan el trofeo.
Para ello Johnson tendría que terminar por debajo del 17º puesto en solitario si Thomas gana o del 18º puesto compartido si el vencedor es Rahm, quien aspira a hacerse con su primer ‘Major’.
El Abierto, tercer Grand Slam de la temporada, arrancó el jueves con 90 minutos de retraso por la niebla matinal en Torrey Pines, frente al Océano Pacífico.
Con la puesta de sol estimada para las 19H58 locales (03H58 GMT del jueves) y los grupos finales originalmente programados para terminar solo un cuarto de hora antes, el retraso matinal podría provocar que algunos golfistes no logren terminar la jornada.