
Judi Dench habla a favor de Kevin Spacey y Harvey Weinstein
Judi Dench, una de las voces más respetadas del cine británico, volvió a colocar sobre la mesa una discusión espinosa que Hollywood preferiría evitar: ¿es posible perdonar a figuras públicas que han caído por delitos graves o acusaciones devastadoras? En una entrevista con Radio Times, la actriz de 90 años habló desde la intimidad de sus convicciones cuáqueras —una fe que privilegia la empatía, la reflexión moral y la búsqueda de lo humano incluso en momentos de oscuridad— para expresar algo que de inmediato levantó cejas: “Imagino que Harvey Weinstein ha cumplido su condena”.
Dench no hacía un juicio jurídico, sino uno personal. La actriz explicó que nunca vivió conductas inapropiadas por parte del productor, con quien colaboró durante dos décadas y cuya influencia fue determinante en su tránsito al estrellato cinematográfico. Recordó haber visto imágenes recientes de Weinstein, debilitado y caminando con dos bastones. “Uno piensa: ‘Bueno…’”, dijo, dejando a la interpretación del lector esa mezcla de compasión, distancia y resignación. Sin embargo, fue clara en un punto: jamás minimizaría el sufrimiento de las víctimas. Para ella, el perdón no exculpa ni oculta, sino que compete al ámbito íntimo, a esa reflexión silenciosa con la que, según su tradición cuáquera, cada persona debe lidiar.
El caso de Kevin Spacey ocupó otro tramo de la conversación. A diferencia de Weinstein, el actor estadounidense fue absuelto en los procesos judiciales tanto en Reino Unido como en Estados Unidos. Aun así, su reputación quedó devastada y su regreso a la industria permanece en entredicho. Dench reveló que mantiene comunicación con él y recordó la amistad que surgió en 2001 durante el rodaje de The Shipping News, poco después de la muerte de su esposo, Michael Williams. Spacey, dijo, fue un apoyo emocional en un periodo particularmente duro.
El contrapunto entre ambos casos refleja un dilema complejo: mientras Spacey fue declarado inocente en tribunales, sigue siendo un paria profesional; Weinstein, en cambio, cumple una pena de 16 años en California, además de una condena previa en Nueva York, y enfrenta posibles nuevos juicios. Difícil pensar en un “cumplimiento de condena” en sentido literal cuando el exproductor probablemente no volverá a ver la libertad.
La reacción de Weinstein no tardó en llegar. A través de su portavoz, agradeció a Dench y reiteró su inocencia, señalando que varias acusaciones “se están demostrando infundadas”. Es un mensaje que contrasta con las sentencias judiciales y con la percepción pública, pero muestra el interés del productor por conservar, aunque sea en el discurso, una narrativa de víctima de un sistema que lo castigó doblemente.
Las declaraciones de Dench no reescriben la historia. Tampoco buscan absolver ni rehabilitar a nadie. Lo que sí hacen es exponer la tensión entre la justicia penal, la condena social y el espacio subjetivo del perdón. Y quizá ahí es donde está lo más provocador: en la incómoda invitación a pensar que las personas pueden ser algo más que sus actos más terribles, aun cuando la ley les haya dictado un destino firme.
Judi Dench on Kevin Spacey and Harvey Weinstein:
“Kevin has been exonerated and I hear from Kevin, we text. I saw a bit of film of Harvey walking with two sticks and you think, ‘Well…’ ‘I knew Harvey and I knew him well and worked with him, and I had none of that experience –… pic.twitter.com/1HPedEXzkq
— Variety (@Variety) December 8, 2025







