La crisis de las pensiones dejará una huella profunda en el mandato de Macron
AFP
París, Francia.- Con la imposición de su reforma de las pensiones en Francia, el presidente liberal Emmanuel Macron se mantuvo fiel a su reputación de ejercer el poder verticalmente y a su voluntad de reformar un país considerado refractario, pero se arriesga a socavar su segundo mandato.
La decisión de usar el famoso artículo 49.3 de la Constitución, que permite adoptar un proyecto de ley sin someterlo al voto del Parlamento, reavivó las protestas que empezaban a desinflarse tras dos meses de intensa movilización.
Y profundizó una crisis en un ambiente político ya tóxico. Su adopción a la fuerza, aunque legal, se ha interpretado como una “negación de la democracia” y una muestra más de que el gobierno no escucha el malestar de los franceses.
Dos de cada tres se oponen a la medida clave de la reforma: retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años, y una gran mayoría rechaza además el uso del 49.3, según los sondeos.
Existe la sensación de que el gobierno no escucha lo que quieren los franceses y, además, teniendo una actitud brutal en la Asamblea [Cámara Baja]”, resume Antoine Bristielle, analista de la Fundación Jean Jaurès.
“¡Estoy harta! No soy una revolucionaria, simplemente no puedo más”, gritó una cuidadora a domicilio al micro de France Inter, durante una manifestación improvisada en Saint-Étienne (este) tras conocerse la decisión.