Tecnología

La IA se ha convertido en la esclavitud moderna, asegura estudio

16 octubre, 2025 12:43 pm

La IA necesitará verificación humana “mientras siga basándose en el aprendizaje automático”, dice el sociólogo Antonio Casilli, autor de un libro de investigación sobre el “trabajo del clic”.

Se necesitan personas tanto en la fase inicial para preparar los datos que alimentan los modelos, como en la etapa final para evaluar la pertinencia de las respuestas.

Los gigantes tecnológicos subcontratan este trabajo a innumerables empresas.

Una de las más importantes es la estadounidense Scale AI, en la que Meta invirtió recientemente más de 14.000 millones de dólares. Entre sus clientes figuran Microsoft, el Departamento de Defensa de Estados Unidos y durante tiempo colaboró con OpenAI.

Los anotadores de datos suelen tener entre 18 y 30 años y reciben una remuneración muy baja, pese a tener estudios de alto nivel, señala Casilli, profesor del Instituto Politécnico de París.

Provienen en su mayoría de países con pocos recursos, aunque esta actividad está desarrollándose también en Estados Unidos y Europa, con sueldos más elevados.

A medida que suben de gama, los modelos detrás de ChatGPT de OpenAI o Claude de Anthropic necesitan especializarse en materias complejas, como matemáticas, química o idiomas poco comunes.

“La gente desarrolla problemas de visión, de espalda, sufre ansiedad y depresión porque trabaja 20 horas al día o seis días a la semana, por un salario miserable, y es posible que ni siquiera le paguen”, advierte.

La web de Outlier, filial de Scale AI, propone múltiples ofertas de trabajo para expertos en biología, lengua malaya o programación en español, con remuneraciones de entre 30 y 50 dólares la hora.

En Kenia, en cambio, Remotasks, otra filial de Scale AI, paga a sus anotadores de datos alrededor de 0,01 dólares por una tarea que puede durar varias horas, según Ephantus Kanyugi.

Es “la esclavitud moderna”, dice.





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